<<Adivina quién ha venido a verte>>. Las palabras de David resuenan en todos los rincones de mi mente, repitiéndose como ecos vacíos en mi memoria.
Muy pronto descubro que ese “quién” no es un quién, sino un “quiénes” y ese quienes del que habla David son nadie más y nadie menos que la pareja homosexual del parque…y otras dos chicas detrás de ellos, con maletas en la mano derecha y cochecitos de bebé en la mano izquierda.
-¿Tú eres Daniel?-pregunta el castaño entornando los ojos hacía mí. Asiento con la cabeza, él traga saliva y mira al tipo de cabello azul, quién solo le responde con una ceja arqueada. Intercambian un par de miradas más y luego vuelven a mirarme.
-Bueno, mi misión aquí ya está cumplida-anuncia mi tonto amigo limpiándose las manos-. Ahora, si me disculpan, tengo que ir a mi casa a hacer cosas importantes…-arregla las solapas de su chaqueta-, follar, por ejemplo.
Ruedo los ojos: —Este…David…-murmuro acercándome un poco a él-…Disculpa, pero no lo pillo, ¿Quiénes son estos tíos?, ¿y por qué los has traído a mi casa?
Los cuatro desconocidos pasan sus ojos de mí a Amy y viceversa. Logro notar que Amy observa fijamente al castaño, con el ceño fruncido, y él le devuelve la mirada con incomodidad.
-Daniel…-David ríe bajito-, estos son las personas con las que hicimos leyenda en el instituto. No me digas que ya los has olvidado. Ellos vienen a quedarse en tu casa para nuestro “reencuentro”.
Le lanzo una mirada al grupito parado en mi pórtico y luego me vuelvo hacia David.
-Yo no recuerdo haber tratado con homosexuales-susurro entre dientes, mostrándoles una falsa sonrisa a los visitantes.
-¿Homosexuales?-David frunce el ceño y me mira divertido-, ¿desde cuándo me junto yo con homosexuales?, ¡Son Jordi y Maycol, Daniel!
Jordi. Maycol. Los nombres revolotean dentro de mi cabeza. ¿Acaso los conozco?, ¿es por eso que me parecieron tan familiares cuando los vi en el parque?
Me giro hacia los dos chicos y los veo con intriga, tratando de reconocerlos. El castaño me mira con actitud expectante, como si estuviera esperando que en cualquier momento me lanzara encima de él para abrazarlo o a echarlo a patadas de mi patio. El tipo de cabello azul y negro tiene una expresión neutra, pero sus ojos todavía siguen examinándome con cuidado.
Veo a las chicas detrás de ellos.
Ellas también me miran, esperando una reacción de mi parte seguramente. Un llanto corta el silencio en dos. Todos damos un respingo, excepto David, quién ni siquiera se inmuta y las dos mujeres revisan el interior de los cochecitos en medio de la oscuridad.
-Iré a ver a Susy-me dice Amy acariciando mi brazo.
-No hace falta-exclama David señalando el cochecito de la mujer rubia que yace detrás del tipo de cabello azul-, es su crío.
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Paternidad ©--Pausada
General Fiction—Amy y Daniel Después de un año...Las cosas se vuelven un poco complicadas para los recién inaugurados padres: Amy y Daniel; sobre todo para el rubio, que está acostumbrado a la simple vida de pareja... Ya lo dijo alguien: Dos son compañía, tres son...