Seguimos caminando unos dos kilómetros más, me había equivocado, pensé que tan sólo eran unos pocos metros los que teníamos que esperar pero me di cuenta que no y, que con él me sentía segura pero a la vez nerviosa.
Había algo en él que me atrapaba.Unas horas después llegamos a mi casa, las nubes habían tomado un tono gris y triste, él miro hacia el cielo como sí alguien le hablará y sólo asintió con la cabeza, me miro de reojo y negó.
Mi casa se encontraba vacía, al parecer mis padres ni mi hermano estaban ahí, era algo extraño.
- Supongo que esta es tu casa - dijo.
- Si, lo es.
Comenzó a reír, pero su sonrisa no estaba bien, era triste y melancólica.
Un auto se estacionó en la casa de al lado, sacaban y sacaban cosas: ropa, muebles. Era señal de que alguien se iba.
La mirada de Elliot se quedo congelada al ver esa escena, en sus ojos se veía que quería hacer algo por detenerlos pero nunca lo hizo, sólo se dio vuelta y se cruzó la avenida, subí corriendo a mi habitación y lo observe detenidamente por la ventana.
¡Espera un minuto!.... Él estaba entrando a la casa que se encontraba frente a la mía, eso solo significaba una cosa.
"Somos vecinos."Antes de cerrar la puerta él giró al verme o eso fue lo que pensaba, levanto su mano para despedirse pensé que se despedía de mi en tono de sarcasmo pero no, él le decía "Adiós" a la casa de al lado, lágrimas caían por su rostro, segundos después cerró la puerta, lenta y dolorosamente.
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¡Aléjate de mi!
Teen Fiction-No te puedo hacer esto, Brujita-Él le dijo mientras acariciaba su -Elliot, tienes que seguir con tu vida, no es justo que te hagas esto. -Lo siento, Aliss,-la miró decepcionado-yo no te amo. Ella podía escuchar ese horrible sonido. Era su corazón...