Iba trotando por las oscuras calles de la ciudad, su mente en blanco, hasta que se percata de una figura humana, específicamente un hombre, no ve su cara y no está segura de querer hacerlo, sin pensarlo mucho baja la velocidad, hasta quedarse parada solo a unos pasos de él, no lo había notado hasta ese instante, que llegaba su fin, la mirada de aquel hombre lo dijo todo, y de un momento a otro, ya estaba tirada en el suelo sobre su propia sangre. Le cortó la garganta y aquella persona que tanto amó, la traicionó de la peor forma