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Debí quedarme en casa.
Sí, definitivamente debí hacerlo.
Quería pensar que no era el único que se aburría en una fiesta, pero a mi alrededor todos parecían disfrutar de ella y de lo que les ofrecía.
Todos menos yo.
A mi lado, Luis; un chico del equipo de basquetbol y se podría decir que sólo por esta ocasión, mi compañero de fiesta seguía hablando sobre sus "maravillosas" vacaciones, aunque yo había dejado de prestarle atención como tres cervezas atrás.
No me gustaba cuando la gente alardeaba, lo que sucede bastante cuando asistes a una universidad donde la mayoría de los estudiantes son hijos de padres millonarios.
Eso de creerse "súper wow" sólo se lo permitía a Darío, mi supuestamente mejor amigo. Y digo supuestamente porque me dejó botado en esta fiesta, a la cual por cierto yo no quería venir, por ir tras las faldas de Jade.
Aún no entiendo cómo es que todos aseguran que nosotros los hombres somos el sexo más fuerte si todo lo que hacemos son meros impulsos para ir detrás de una mujer.
En fin, podría echarle la culpa a Jade de mi soledad, que además de ser la anfitriona de la fiesta es el culito del momento, según Darío, pero no, la culpa es de ese idiota que está bailando con ella y comiéndosela con los ojos.
Y en todo caso también es mi culpa por acceder a sus lloriqueos y haber venido en primer lugar, pero hoy he decidido ser un poco egoísta y dejar que mi amigo cargue con toda la responsabilidad... Sí, que así sea.
Mientras tanto y ya que yo no tengo auto para irme, tendré que quedarme aquí, metido en mi desastre mental y bebiendo.
Y hablando de beber...
- ¡Voy por otra cerveza! - Le grité a Jerry sobre la música para que me escuchara, pero él no respondió ni tampoco dejo de hablar.
Lo miré y entonces me di cuenta de que me estaba dando la espalda. Incline la cabeza hacia adelante para ver lo que estaba haciendo y me encontré con que tenía puesta su atención en una chica pelirroja, la cual si parecía interesada en el viaje a Dubai.
Era con ella con la que estuvo hablando todo este tiempo y yo me había quedado como idiota parado a su lado fingiendo escuchar su aburrida historia, en vez de ir a otro lugar a conversar con alguien más interesante.
¡pff! Sólo a mí me pasan estas cosas.
Girando los ojos y sintiéndome un grandísimo tonto fui hacia la cocina, que no se encontraba tan llena como el resto de la casa.
Jade había invertido mucho tiempo en esta fiesta, y tampoco escatimó gastos, ya que repartió muchas invitaciones, según lo que mencionó Darío, y claro, teniendo una casa tan grande como esta era obvio que se podía dar el lujo de invitar a toda la universidad si quería.
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EL CHICO SOÑADO 💕
Teen FictionDonde los sueños cobran vida y el amor comienza a fluir, Alina de ese lugar debe de huir... Pues el tiempo es corto y Alina lo sabe, su propósito no puede esperar ni por Tristán ni por nadie... Y mientras lucha por no convertirse en la marioneta del...