13- Mirada amatista.

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El suelo estaba repleto de escamas, una sustancia viscosa y sangre.

Un escalofrío recorrió mi espalda.
¿Y ahora que? Mi misión estaba estrechamente atada a Orochimaru, aunque no la estuviera cumpliendo del todo.

Pensaba cuidadosamente si debía comunicarle a la Hokage lo sucedido, o continuar con la misión como si nada hubiera pasado, aunque... Tarde o temprano sería una noticia local y dentro de poco toda Konoha se habría enterado; aunque quisiera evitar esa parte, ella terminaría enterándose.

¿Qué haré? ¿Qué haré? Esa pregunta hacia eco en mi cabeza una y otra vez como el resonar de una campana.

Cerré los ojos para tratar de relajarme y tomar la mejor decisión que pudiera. Suspiré y fuí tras Sasuke.

Hiciera lo que hiciera, lo primero que necesitaba era respuestas concisas y nadie más que él podría darmelas.

-¡Byakugan!-

Él estaba caminando hacia el este con una velocidad normal, no estaba apresurado y tampoco estaba calmado.

-¡Hinata!- Alguien me llamó.

Al voltear, Shiori estaba acercándose a mi un poco alarmada.
En cuanto estuvimos frente a frente tomó mi rostro entre sus manos analizandome de pies a cabeza.

—¿Estás herida? Rumores se propagaron aquí abajo, Sasuke ha enloquecido, asesinó a Lord Orochimaru, Kabuto-San ha escapado,  si las cosas siguen así no tardará en querer matarnos también... Matarte a ti.— Percibía preocupación en su forma de hablar.

—Descuida, él no me matará y si lo intenta no lo dejaré.—

—No pensarás ir tras él ¿Cierto?—

Tomé sus manos entre las mías.

—Tengo que.—Sus ojos se deformaron y comenzo a derramar lágrimas.— Shiori, eres libre ahora, vuelve a tu hogar, busca a tu hermana, empieza una nueva vida, aún tienes tiempo.—

Detuvo su llanto para limpiar su rostro, respiró profundo y me miró.

Shiori, la única persona en la que confiaba ahí, básicamente tomó el lugar de Kurenai pero con más profundidad. Era graciosa, amable, muchas veces actuaba... Cómo mi mamá.

—Lamento... Pensar de manera tan egoísta. No soy nadie para impedirte hacer cosas.— Me abrazó.— Realmente deseo que encuentres el camino correcto que te guíe a la felicidad. Si me necesitas, solo has de llamarme y estaré para ti.—

Después de unos segundos rompimos el abrazo.

Y ella partió dejándome sola.

Volteé dándole la cara a mi camino. Corrí tan veloz como pude para llegar hasta Sasuke, quien me daba la espalda.

—Terminemos con esto ahora.— Desenvainó su espada dándose la vuelta.

—¿Porque lo hiciste Sasuke?—

—Tú serás la próxima si te entrometes.—

—Podemos volver a Konoha, si le explicas a la Hokage que sucedió ella encontrará la manera de arreglar las cosas, vuelve a la aldea, tu equipo te necesita.—

—Imaginé esto desde el principio, no eres ninguna ninja renegada, eres otro patético intento de llevarme de vuelta a Konoha. Puedes dejar de intentarlo, no iré contigo.—

—¿Qué es lo que buscas? Quizá pueda ayudarte.—

—Aún si me ayudas no regresaré.—

—Te convenceré.—

Universos Paralelos ●Hinata Hyuga●Donde viven las historias. Descúbrelo ahora