Our Last Vacations [Satzu] 🔶

Naranjas

"Solo..." Sana se había puesto tan peligrosamente cerca de su nueva roommate. Muy en el fondo no se sentía bien haciéndole todo eso a una chica que apenas conocía. Podría estar confundiéndola demasiado, tal vez causaría una infidelidad; puesto que no se había planteado el hecho de Tzuyu ya estuviera con alguien. Por un momento Sana pensó en detenerse.
"Solo... Iba a decir que nunca había estado en esta situación... Y- yo, quiero decir que no acostumbro a compartir habitación y eso...".

Claro, tampoco pensaba aprovecharse de ella ni mucho menos. Se alejó y se metió al baño. Desde la habitación se escuchaba como caía el agua de la ducha y la cabeza de Tzuyu sentía que también necesitaba un poco de agua fría. No tenía idea de lo que acababa de pasar o por qué. Sólo sentía que estaba mal; ¿acaso no era la amiga de Mina? Estaba muy mal haber pensado así de ella. No se lo podía permitir. Pero verla de esa forma... Con sus rostros tan cerca de la otra la puso a dudar sobre si Sana también pensaba en ella después del incidente.

"Necesito una ducha fría inmediatamente" decía para sus adentros la menor.

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Era la mañana. Chaeyoung trataba de alcanzar unas naranjas pues tenía mucha hambre, pero el desayuno se serviría hasta dentro de una hora.
"Maldición... No es justo ser tan pequeña. No alcanzo ni una maldita hoja" la pobre se lamentaba mientras saltaba con todas sus fuerzas para tratar de bajar una naranja.

De repente. Una mano se alzó y tomó la naranja. Cuando Chaeyoung volteó se encontró con Mina aún con su pijama. Según la menor, Mina tenía el sueño pesado. Pero esa vez tuvo que haber escuchado a la pequeña saliendo de la habitación que compartían para que se haya dado cuenta.
"¡Mina! Gracias!" para Mina Chaeyoung era una amiga realmente adorable. A pesar de ser menor que ellas, se iba a graduar al mismo tiempo por sus calificaciones, era prácticamente una genio. Eso era algo que le agradaba mucho a Mina.
"No hay problema. Creí que necesitabas de mí... Bueno, de mi ayuda, quiero decir" hubo un silencio entre las dos, pero no uno incómodo, sino uno en el que ambas se sentían felices de ser las únicas despiertas a esa hora.

"tal vez pueda estar así por más tiempo, al menos estamos juntas" pensó Chae, y es que si bien no se acostumbraba a la idea de jamás tener una oportunidad con su amiga, sabía que no tendría culpa alguna si podía disfrutar de momentos como éste. Momentos en los que para una era amistad, y para otra eran reflejos de una relación platónica en la cual sus pensamientos ganaban ante la realidad de la situación.

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" ¡¿Como que el auto se arruinó?!" el padre de Mina hablaba con uno de los empleados. Se notaba molesto, al parecer, el auto en el que todas irían hasta el pueblo se había arruinado. Problemas del motor y otras piezas por no usarlo para nada en mucho tiempo.

Sana se había vestido muy bien ese día. Los planes que tenía incluían el impresionar visualmente a su nueva roommate. Y, aunque quedaba claro que tanto ella como Mina tenían un increíble estilo, esta vez definitivamente Sana ganaría. Se esforzó mucho sin parecerlo; y esto logró su cometido. Cuando Tzuyu bajó a la sala donde estaban las demás lo primero que vio fue a Sana. La mayor notó su sonrojo, pero pensó que lo de la noche anterior pudo haber influenciado dicha acción. Así que seguiría con lo que necesitaba obtener.

"perdonen mis niñas. Parece que no podremos ir en auto, pero ustedes pueden ocupar las bicicletas. O también pueden caminar" las opciones no parecían muy alentadoras. Pero su necesidad por el contacto con el Internet era mayor. Así que se dispusieron a ir a la ciudad de una forma más rústica. Aunque claro, entre un Lamborghini increíblemente viejo y bicicletas, lo rústico seguía presente.

"¿Dónde están las demás bicicletas? , falta una para Tzuyu" dijo Nayeon cuando se dio cuenta que ya habían tomado las demás.
"En la bodega, del otro lado del jardín" dijo un viejo, con un intento un poco pobre de coreano.
"Iré a buscarla entonces. Ustedes se pueden adelantar" dijo Tzuyu.

"yo voy contigo, puede que necesites ayuda al bajarla" dijo Sana. La menor se sorprendió pero no negó su ayuda.