¡¡¡¿TÚ Y YO?!!!

Maldito

Narra Temari

En este preciso momento lo único que quiero es desaparecer de la tierra y de el universo si es posible, no quiero volver a ver a ese tal Nara en mi vida, aún no puedo creer en el que él pudiera rebasarme, a mí, una Sabaku No, me da vergüenza el pensar en qué dirán mi familia, de seguro que están decepcionados de mi, soy toda una deshonra para ellos.

-Temari-dijo una amiga mía mientras corría detrás de mi para alcanzarme-¡espera!.

-¿Qué quieres, Tenten?-le pregunté parando mi caminar y volteando mi cuerpo para verla con molestia.

-Debes tranquilizarte-me dijo, como si no supiera lo que había pasado.

-No te comportes como si no supieras nada-le dije-aparte, tú sabes que él es un maldito tramposo, ¡hizo trampa!-le dije enojada.

-Pero Tema...él se esforzó mucho para este trabajo y tú-no pudo seguir ya que yo la interrumpí.

-¡Yo también hice lo mismo!, me esforcé demasiado, ¿y para que me saliera con esto?, ¡es injusto!-dije casi lanzándole un puñetazo a la pared.

-No digo eso, sé que tu te esfuerzas demasiado para ser el primer lugar como toda Sabaku No, pero también estas exagerando con ese tema, obtuviste el segundo lugar, ¿eso es malo?-me preguntó a lo que yo me sentí más molesta.

-¡Claro que sí!-dije casi gritando-¡el segundo lugar siempre es el perdedor!-ahora sí di el puñetazo a la pared dejándola sin un pedazo de pintura.

-Temari...~-me dijo asustada mi amiga-tranquila por favor...~.

Yo no le respondí más, me fui directo a mi habitación privada.

Cuando entré cerré la puerta con todas mis fuerzas, casi la rompo, pero no me importaba, podría romper todas las puertas de aquel edificio sin preocupación al precio; pero ese no era el punto, me eché en la cama, con la almohada tapé mi cara con fuerza y grité irritada de todo, estaba harta de lo que me pasaba desde que ese Nara entró, solo lo dejaron entrar por su "inteligencia", ¡por favor!, yo lo llamaría manipulación.

En ese momento de mi boca salieron miles de insultos hacia él y...no puedo creer que diga esto, pero quise llorar, sí, lo acepto, soy bipolar, ¿pero y qué?, así soy yo.

Antes de que salieran lágrimas de mis ojos, mi celular empezó a sonar con esa típica cancioncita del orto que me tenía fastidiada al mil, al quitar la almohada de mi cara y sacar el celular de mi bolsillo del pantalón, tuve la gran suerte de ver que erala persona más cruel del mundo que podía conocer y a la que tenía tanto odio, mi madre.

-Temari-dijo con su típico tono frío y superior.

-¿Qué quieres, madre?-le pregunté con gran fastidio.

-No me contestes así, señorita, recuerda que gracias a mí estás en donde estás-me dijo con mirada de enojo, ya que era una video-llamada.

-Sí, sí, sí, gracias a que abriste las piernas ¿no?-le dije.

-Pues gracias a eso estás aquí, y también agradezco eso, ya que por ti tengo la vida que siempre quise tener y que muchas otras mujeres envidian-dijo con una sonrisa de satisfacción.

-¿Me llamaste sólo para eso?, que perdida de tiempo-dije cansada y apunto de colgar.

-Antes de que me cuelgues, quiero saber el por qué de tu horroroso segundo lugar, ¿por qué?-esa era la maldita pregunta la cual quería evitar para toda mi vida.

-Madre, sí estudié y sí me esforcé en ser el primer lugar de nuevo pero-me interrumpió la muy descarada.

-Nada de peros, vi en la página de tu Universidad que te ganó un tal Shikamaru Nara con sólo el 1% de diferencia-me dijo poniéndose los lentes para ver bien el resultado de la página.

-Así es y, ¡ya ni me lo recuerdes!, que me estreso más con sólo ese 1%-dije con disgusto.

-Pues si no quieres quedar en ridículo ante toda la sociedad tendrás que esforzarte más en superarlo, he oído de ese tipo y es toda una mente maestra que supera a los mejores de todo el mundo-me recalcó más el hecho de que fuese más "inteligente" que yo.

-Madre, ya basta, ¿si?-le dije con mi mirada clavada en la de ella.

-Sólo quiero lo mejor para ti, que seas exitosa y todo un modelo a seguir para las próximas generaciones, ¿entiendes mi punto?-me preguntó.

-Pues me llevas diciendo eso desde hace...-hice cálculos-como durante 19 años y que sorpresa-dije sorprendida sarcásticamente-los mismos que tengo ahora.

-Exageras niña, ¡exageras!-dijo en tono de ofendida.

-¿Dónde está padre?-pregunté por el hombre que también odiaba pero que le tenía más respeto que a mi madre.

-¿Él?, pues está en uno de sus "viajes" de trabajo, o con alguna que otra prostituta por ahí-dijo sin mucho interés.

-Está con tu hermana entonces madre-dije con una sonrisa.

-¡No te burles!, malcriada-hizo el mismo tono de ofendida.

-Pues tú me criaste-dije en tono de que ella tenía la culpa y en efecto, ella tiene la culpa de que yo sea así.

-Como sea, eso es todo, perdí varios minutos de mi valioso tiempo en ti, que desperdicio-cruzó los brazos.

-Yo también-dije mirando el tiempo que habíamos hablado.

-Ya me voy-al fin se va-pero antes quiero que te laves esa herida y que te vayas a checar esa mano derecha, que es con la que escribes, ya que no quiero que por culpa de eso te retrases en clases para que te recuperes en este periodo y diles que después vamos a mandar un bote de pintura para que pinten ese pedazo de pared que dejaste sin capa-sin más que decir colgó.

Yo en ese momento sentí un gran dolor e irritación en los nudillos de mi mano derecha, la vi y noté que si era cierto, los nudillos estaban sangrando gracias al golpe que le di a la pared.

-Maldita sea~-dije en bajo con el gesto de dolor y molestia.

Al acabar el día me di cuenta que ya estaba empezando la batalla y la competencia que le iba tener a ese Nara.

-Ahora las cosas se pondrán serias, Nara-dije mirando el cielo con estrellas desde mi balcón y frotando con mi mano izquierda mis nudillos de la derecha los cuales estaban cubiertos por una gasa.