23 de Agosto

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<< ¿Estoy loco? Me lo pregunto una y otra y otra vez. ¿Estoy solo? Rodeado por sombras, creo que este podría ser el final. >>

Asking Alexandria, The Death Of Me.

¿Qué tan difícil es controlar el dolor cuando llega de golpe?

Los ataques cada día son más fuertes. Ya no recuerdo lo que es dormir tranquila. ¿Tengo que llorar todas las noches para que conciliar el sueño sea más fácil?

Es extraño que en el día las cosas sean tan comunes, tan normales y cuando llega la noche las cosas se transforman completamente.

¿No te cansas de fingir que absolutamente todo está bien?

Es difícil dejar de hacerlo, el dolor físico a veces es tan potente que te ayuda a olvidar el emocional. Y no estoy diciendo que lo hagan, no. Hay otras maneras, maneras más "saludables" y no tan estúpidas como esta. Y es que, ¿a quién le gusta tener cicatrices? Oh vamos, por qué no lo pensé antes, ¿por qué no lo pensaste antes? Lo que ya está hecho, hecho está. Ups.

Pero para qué engañarme, sé las consecuencias, las sabía desde hace mucho tiempo y aún así lo hice, aún así lo hago.

Hace unos días una desconocida (una compañera con la cual nunca en mi vida me he dirigido una sola palabra, hasta ahora) se me acercó y me dijo: "Puedo ver lo que te pasa, sé lo que sientes. Has pasado por tantas cosas y aún así estás aquí. No pares, sigue adelante porque eres una persona tenaz y capaz para afrontarlos". Me dolió.

¿Es que tanta gente se ha dado cuenta? ¿En serio?

Ella no ha sido la única, muchísimas personas me lo repiten. Me preguntan "¿estás bien?" y con una sonrisa (o lo más cercano) respondo "sí, estoy bien". ¿Acaso me veo bien? A ustedes no les importa, a nadie le importa.

Ni siquiera a mí me importa. No me jodan.

¿Qué me pasó? Yo sabía fingir, era una experta. ¿Qué me pasó?

Pero llega el punto en el que no soportas absolutamente nada más, solamente piensas en el suicidio, maneras de matarte, maneras de dejar a todo el mundo en paz.

No se han preguntado ¿Cuándo voy a morir?, ¿para qué vivir? o ¿por qué estoy aquí?

No hay persona más egoísta que la persona que se suicida. Ya no se piensa en los demás, sólo te importas tú. Yo, yo y yo,

“¡Por favor no lo hagas! Piensa en los demás, piensa en tus padres, en tus abuelos, en tus amigos, piensa en mí. No lo hagas”.

Dicen que matarse es de cobardes. El suicidio como solución definitiva a un problema temporal. Cobardes.

Pft, como si tomarse un puñado de pastillas, apuntarse a sí mismo con un arma o cortarse verticalmente el brazo fuera tan fácil. Tal vez son cobardes, pero aceptémoslo, también son valientes.

Y no quiero que se ofenda alguna persona que me conoce y está leyendo esto. Porque gracias a ustedes yo sigo aquí. Por todas las ganas que tengo de que el cabello me crezca (y lo saben) juro que no les estoy mintiendo, ustedes me mantienen aquí.

No he llegado a ser todavía tan egoísta, porque me importan. Pero esto es tan difícil.

“Sonríe” No es tan fácil. “Come” No tengo apetito. “Levanta la cabeza y sigue adelante” Estoy cansada.

Y necesito que me perdonen. Desde algún punto de mi vida yo no deseé que las cosas fueran así. Todo se salió de control. Todo pasó tan de repente y a la vez tan despacio que todo se me fue de las manos.

Y con decir que ya mismo estoy cansada de seguir escribiendo. Las cosas son tan monótonas que aburren.

Lamento si no es lo que esperan, lamento si les hice promesas falsas, lamento mostrarme como en realidad no soy.

Pero nunca he sido suficiente. Nunca lo seré. Y no espero serlo…

Es demasiado tarde.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora