Al salir de la cocina se dirigieron hacia el segundo piso, sin embargo unas voces provenientes de la habitación contigua llamaron su atención.
- Sólo hay que esperar a que los tortolitos regresen para poder iniciar con nuestra plática.- le estaba diciendo Harry a Zabini cuando estos entraron en la sala.
- Ya estamos aquí.- dijo Hermione a su amigo.
- Esperamos no ser impertinentes, habríamos iniciado antes pero creo que estaban un poco ocupados allá arriba- comentó Ron.
Las mejillas de la chica se ruborizaron de inmediato y dejó salir una risita nerviosa, no sabía que decir o hacer.
- Weasley, tú siempre eres impertinente.- expresó Draco tratando de salvar la situación y al parecer lo logró puesto que los ojos del interpelado se oscurecieron de furia.
- Bien, le decíamos a Zabini que los horrocruxex son…
- Ya sé que son Potter.- dijo Draco viendo a Hermione.- ahora dinos ¿cuántos son? ¿Dónde los encontramos?
- Son siete, y todos deben de ser objetos importantes dentro de la vida de Tom Readly o dentro del mundo mágico, el primero fue el Diario, aquel que destruí en segundo curso.- Draco sonrió, odiaba la fanfarronería. – el segundo fue un anillo, ya destruido también por el Profesor Dumbledore, perteneciente al abuelo de Readly; el tercero es un guardapelo, idéntico a este.- les mostró el que tenía en la mano.
Draco, que se encontraba sentado junto a Hermione, tomó el guardapelo y lo observó detenidamente, al abrirlo vio como salía un pequeño papelito y lo tomó, lo leyó y finalmente exteriorizó.
- ¿Quién es R.A.B.?.
- ¿R.A.B.?.- preguntó repentinamente Zabini.- ¿creo que he escuchado eso antes pero no recuerdo en donde.- el muchacho cerró los ojos y se puso a pensar.
Repentinamente Blaise se levantó y salió corriendo rumbo a las escaleras, los demás lo siguieron, no tenían idea de por qué pero así lo hicieron, llegó hasta la habitación que le habían asignado y se quedó parado frente a la puerta.
- ¿Qué pasa?.- preguntó Draco, había sido el primero en llegar.
- Es solo que recordé donde lo había visto.- le contestó el muchacho sin despegar la vista de la puerta, frente a él estaban en grande las iníciales R.A.B. y debajo decía Regulus Arturus Black.
- Por su puesto.- exteriorizó Harry, los demás ya los habían alcanzado.- Sirius dijo que su hermano había sido un Mortífago, sin embargo lo acecinaron porque intentó dejarlos.
- ¿Pero habrá logrado deshacerse del verdadero horrocrux?.- preguntó Hermione, más para sí, que para los demás.
- Sólo hay una forma de saberlo.
Señaló Harry al retirarse del lugar, mientras era seguido por los demás, el chico bajó las escaleras y atravesó la puerta de la cocina, inmediatamente localizó la alacena donde sabía dormía Kreacher, y la abrió.
- Kreacher, quiero hablar contigo.- dijo.
- ¿Qué se le ofrece al amo?.- contestó la pequeña criatura. –Traidor de sangre, sangre mezclada, si mi señora supiera.
- ¡Kreacher!.
- El otro traidor de la sangre, aquellos que protegen a la sangre sucia.
- ¡CIERRA LA BOCA!.- Ordenó Draco completamente enfadado, después de todo nadie más que él podía saber lo que significaba aquella ofensa.
- No te preocupes.- le dijo Hermione a Draco tomándolo del brazo. –Estoy acostumbrada a ese tipo de insultos.- la chica le guiñó un ojo.
Draco volteó a verla, los ojos de este reflejaban culpabilidad, el hecho de que gracias a él ella estuviera acostumbrada a recibir esos insultos lo hacían sentir un dolor extraño que nunca en su vida lo había sentido, era ¿arrepentimiento?