Recuerdos de un inevitable destino (parte 2)

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(Segundo mes)

Nagisa creo que de tanto fingir al final si te enfermaste -mire a Karl quien me alcanzaba un bote para poder vomitar-

De la noche a la mañana muchos síntomas vinieron a mi cuerpo, vomitaba cada vez que sentía comida, cuando caminaba mi cuerpo se sentía muy débil y grandes cantidades de sueño se acumulaban en mi.

Gakushū se dio cuenta de ello por eso trato desesperadamente de conseguir el mejor doctor que pudiera curarme, pero ninguno daba un resultado valido de mi estado.

Y en el estado que estoy se volvio imposible salir de aquí, ni siquiera he podido salir de mi cuarto sin correr al baño para vomitar, esperaba que Karma pudiera venir a cuidarme pero eso era imposible.

Pero habían días que mi salud mejoraba, no sabía de lo que dependía, quizá la comida al ser algo diferente me hacía daño pero a pesar de estar mejor seguía  fingiendo para aplazar la boda, ya que Gakushū era capaz de realizarla el día en el que me sintiera mejor.

Tuve muchos intentos de huida pero todos fracasaron ya que Gakushū siempre estaba un paso delante de mi, por suerte nunca descubrió que Karl me ayudaba sino nunca lo hubiera dejado acercarse a mi otra vez.

Lamentablemente Karl un día no se quedó una noche porque debía ver a Karma para hacer un nuevo plan y ese día lamente de mil maneras haberle pedido que fuera, ya que esa noche Gakushū había tomado de más.

Pude sentir a media noche como entró de un portazo a mi habitación, me levanté de un sobresalto asustado y el se puso sobre mi, se podía sentir su aliento a Sake.

Gakushū m..me lastimas, tomaste demasiado tu aliento huele mucho a Sake -trataba de quitárselo de encima pero Gakushū era más fuerte que yo, me miraba con los ojos vacíos como el día que llegué-

Nagisa he sido demasiado paciente, dos meses estando bajo mi techo, tan cerca de mi - el miedo se apoderó de mi y trate desesperadamente de soltarme y el empezó a lamer mi cuello-

Gakushū porfavor n..no quiero contagiarte -mordió mi cuello y solté un grito-

No me importa contagiarme ya no puedo resistir más, está noche serás mío y nadie me lo va impedir -con una cinta ató mis manos contra la cama-

Mientras me besaba empecé a llorar no quería que el me tocará, deseaba que fuera un mal sueño y que alguien llegará a salvarme, empecé a gritar queriendo que me soltara.

Pero Gakushū me dio una cachetada y hizo que lo mirara, tenía una sonrisa torcida y sus ojos mostraban emoción como si fuera una presa que cazar.

Grita todo lo que quieras cariño mío, recuerda que soy el dueño y puedo hacer lo que quiera, quiero ver más de tu hermoso rostro cuando entre en ti y te reclame sólo mío - mis lágrimas no paraban de salir, tenía mucho miedo-

Rompió mi pijama y lamio cada parte de mi cuerpo, tratando de resistir me movía bruscamente pero si lo hacía recibia una mordida en cualquier parte de mi cuerpo.

¡Gakushū porfavor basta! -recuerdo como rogaba sin cesar un momento, quería que recuperará la cordura, pero al ver que sus intenciones no eran detenerse, a mi mente vinieron las palabras de Karma-

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