Amor Escrito en Griego (TERMINADA)

Ella está aquí

Narra Maya

Cuando aquella luz tan brillante bajó su tonalidad pude ver que ya no estaba en la misma habitación que Eros, me partía el alma dejarlo ahí pero no había otra salida.

Estaba en medio de un círculo formado de sillas grandes paso vacías, el primero en sentarse fue Zeus quien me miró con suoerioridad, la segunda fue Afrodita con ojos de furia miró a mi dirección y se sentó a lado de Zeus, ví a Apolo y Artemisa llegar juntos hasta sus asientos, su mirada a comparación de la primera pareja era de pena por mi, Ares y su esposa también se sentaron en las sillas, podía ver en los ojos de ambos La impotencia, les respondí con una simple sonrisa, yo ya había aceptado mi futuro.
Así llegaron 9 de los dioses más importantes dejando tres sillas vacías entre ellas la de Eros.

- Maya, siendo una humana te atreviste a pisar el Olimpo de los dioses, tocaste el sagrado Jardín de Gea, pláticaste con dioses y te dejaste ver ante ellos-

- La muerte es su única salida, una dolorosa y llena de agonía- susurró Afrodita agarrando un mechón de su pelo entre sus manos.

- Me parece demasiado extremista- habló Apolo

- Ha roto nuestras reglas- murmuró Zeus

- Imagina a cuantos tendremos que matar si esa excusa tuviera condena- habló Ares mientras miraba a Afrodita

- No estamos hablando de nosotros- susurró Artemisa

- No podemos seguir así, este juicio ni siquiera está completo- habló el que suponía era poseidón

- Eros no está en condiciones de votar su destino- murmuró Afrodita

- Zeus hermano siempre quieres tener el mando pero sabes quien falta y encuanto se entere que haces esto a sus espaldas nos irá mal- opinó Poseidón.

- Gea no está aquí y siendo así... -

- La ausencia de mi madre no declina su mando ni aumenta el tuyo Zeus- Hímero habló por primera vez, no sabía que decir, todos parecían absortos en su discusión, cada uno por su lado, y yo en medio de ese círculo de grandes dioses mientras ellos decidían mi vida.
El corazón me dolía, como si lo apretaran desde dentro solo me quedaba el consuelo suelo de que Eros estaría bien y a salvo.

- Algo le pasa a la humana- habló Atenea viendo mi falta de color en la piel, me sentía tan débil.

- Intenta engañarnos para escapar- Afrodita hizo un ademán con sus manos y en mis tobillos aparecieron unas cadenas de oro que me impedían mover, de todos modos no tenía las fuerzas necesarias para huir.

- Basta Afrodita, no tienes que ponerle eso- habló Apolo mientras se acercaba a mi, tocó levemente mi mejilla y me miró un pequeño momento.

- Ha Estado demasiado tiempo aquí, es humana, tiene que volver a su hogar- murmuró Poseidón

- Y dejarla ir sin ningún castigo por sus actos?! - recriminó Afrodita.

- Está sufriendo!! - gritó Poseidón. - Es como un pez fuera del agua en agonía, morirá, porque está fuera de su elemento-

- Bien, matala entonces y termina con su dolor- gritó Afrodita

- Afrodita me miró con rabia, sacó una pequeña cuchilla por debajo de su vestido y caminó a grandes pasos hasta mí, tomó mi cabello y puso el cuchillo en mi cuello, solté un par de lágrimas pero no dije nada, cerré los ojos cuando ví su mano alejada para tomar impulso pero el dolor nunca llegó.

En cambio sentí unos brazos rodearme, abrí los ojos al sentir el calor y alivio, Eros estaba cobijado me entre sus alas aún heridas.

- Eros! - recriminó Zeus

- Afila tu cuchilla un poco más Afrodita porque antes de matarla a ella me atravesarás con esa misma a mí- Afrodita rechinó los dientes enojada y se quitó, no podía matar a un Dios, o por lo menos no enfrente de todos los demás como testigos.

- Eros por favor, te harán daño si no te vas ahora-

- Escucha bien Maya, prefiero mil veces morir que vivir una eternidad sin ti-

- No lo hagas por favor, no valgo tanto como para quitarle al mundo el amor-

- Lo haces, todo eso y más vales para mí, dulce Maya-

- Así quieres jugar Eros, contradiciendo mi poder? Pues bien en hombre te convertirán para sufrir una pena de tormento, serás ahora un hijo de Adán- gritó Zeus

- Me parece que tu poder está delimitado al mío, o no mi querido Zeus? - y al oir esa voz el Olimpo entero se paralizó, los 12 dioses se pusieron de pie viendo la figura que reflejaba luz de Luna.

- Madre- susurró Eros