mornings

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Taehyung empezó a abrir ligeramente los ojos cuando la luz del sol golpeó sus párpados al pasar entre las cortinas. Divisó una cabellera castaña y volvió a cerrar los ojos para acurrucarse más con el dueño de esos lindos cabellos, dejando la cabeza del contrario en su pecho mientras la acariciaba suavemente.

– Jungkookie... – susurró mientras lo acercaba más hacia él para abrazarlo más fuerte, acariciándole la espalda.

– Mmh.... – el menor se removió en su lugar y buscó acercarse más al cuerpo del contrario.– hyung...

– Bebé...– Susurró suavemente el apodo que al menor tanto le gustaba.

– ¿Qué hora es?

–No lo sé.– Volvió a acomodar su abrazo, dejando sus rostros muy cerca el uno del otro.– ¿Eso importa siquiera? Es sábado.

– Si, pero iremos a almorzar con los chicos...

– Debe ser muy temprano aun. Quedemonos así un rato más, por favor.

El menor suspiró ante la flojera de su novio. Aunque él tampoco quería separarse de ese cómodo y cálido abrazo, temía que sus amigos lo reprendieran por llegar tarde otra vez.

Para despertarlo, Jungkook comenzó a besar la cara del mayor, que tanto le encantaban al mayor. Pasando por la punta de su nariz y suavemente por sus párpados, deteniéndose un poco más en sus labios para seguir hasta dejar un largo beso en su mejilla. El mayor sonrió, pero no abrió los ojos. Solo siguió abrazando al castaño.

– Hyung, deberíamos levantarnos.

– No.

– Por favor, – Puchereó acariciando la mejilla del contrario, donde anteriormente había dejado un beso.– ¿No te levantarás ni aunque yo te lo pida?

Finalmente Taehyung abrió los ojos, encontrándose con el rostro adormilado pero sonriente del menor, y sintió una fuerte necesidad de llenarlo de besos tal y cómo había hecho con él antes.

Cuidadosamente se movió para quedar sobre el castaño, quien lo miraba dulcemente con los brazos rodeando su cuello.

– ¿Quieres que nos levantemos?– El menor asintió.– Tendrás que esperar.

– ¿A qué?– Jungkook miraba embobado el movimiento de los labios del mayor al hablar.

– A que termine lo que empezaste, bebé.

Taehyung se lazó a devorar los labios del menor, suave y lentamente mientras Jungkook solo cerraba los ojos y se abrazaba con más fuerza al chico que tanto amaba.

Después de unos minutos, que parecieron demasiado cortos para ambos, se separaron y volvieron a hacer contacto visual con todo el amor que sentían de por medio.

– Te quiero, Jungkookie.

– También te quiero, hyung.

Volvieron a besarse, pero fueron interrumpidos por el sonido del celular que reposaba sobre la mesa de luz, que los hizo separarse para que Taehyung pudiese tomar el teléfono y contestar mientras soltaba un gruñido de molestia.

– ¿Hola?... Ah, Jin hyung... eh, claro, ya estábamos preparándonos.

Jungkook rió, acariciando suavemente los cabellos rubios del mayor estando este sentado y el menor aun recostado en la cama. Se esperaba que los mayores los llamaran para reprenderlos y apurarlos, y todavía ni siquiera se habían fijado la hora.

– Claro, estaremos ahí. Adiós.– Taehyung cortó, dejó el celular en la mesa y volvió a recostarse con Jungkook.– Dijeron que nos demos prisa.

– ¿Y por qué te volviste a acostar si se supone que tenemos que apurarnos?– Rió el menor.

– No quiero ir, Jungkookie. Quiero quedarme así contigo todo el día.

– ¿Y qué pasa si yo si voy?– Jungkook se separó del cuerpo del mayor y se levantó finalmente de la cama.– ¿Te quedarás aquí?

El mayor puchereó desde la cama viendo como el castaño tomaba ropa del piso y empezaba a dirigirse al baño.

– Bien. Iré si tu vas.– Dijo con un puchero en sus labios.

Jungkook se acercó a él para besarlo poniendo una mano en su mejilla.

– Eres tan lindo. Vamos a prepararnos para llegar rápido, ya nos están esperando.

El menor empezó a caminar hacia el baño que estaba justo al lado de la habitación que compartía con su pareja.

– ¡Jungkook!– El castaño paró en el umbral de la puerta y se giró hacia Taehyung.– Te quiero mucho.

– Yo también te quiero mucho, hyung.– Amagó con salir pero volvió a girarse hacia el mayor que seguía sentado en la cama.– No. ¿Sabes qué? No te quiero.

Sus ojos se encontraron con el nuevo puchero del mayor.

– Te amo, Taehyung.

Final mente salió de la habitación, dejando al rubio con una sonrisa en el rostro y miles de mariposas en su estómago. Sobrasaltándose también al ver que solo tenían veinte minutos para prepararse y llegar al almuerzo con sus amigos.


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mornings  [taekook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora