Compañeros

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Desperté en la madrugada por el calor que se siente en mi habitación, estoy cubierta de sudor, me levanté del suelo para abrir la ventana. Lila escuchó mis movimientos y corrió a mi lado.

Un murmullo captaron mi atención, era Michael quién hablaba dormido. Me acerqué a él, también estaba sudando, pero se veía angustiado.
 
 
- No... No quiero... Hacerlo.- Murmuró.
 
 
Tiene una pesadilla.
 
 
- Michael...- Moví su hombro.
- Michael.-

- Sueltenme.- Apartó mi brazo con brusquedad.
 
 
Su agarre es fuerte... Demasiado. Estaba desorientado y enojado. Lila se puso en posición de ataque.
 
 
- Soy yo (Tn).- Dije y aflojó su agarre.

- (Tn)...- Giró a ver su mano aferrada a mi brazo y en cuanto se dio cuenta de la fuerza que ejerció en mi me soltó.
- Perdón... No quise lastimarte.-

- Descuida. Tenías una pesadilla.- Ignore el color rojo que adquirió mi brazo.

- ¿Te hice algo más?- La preocupación en su tono de voz era muy evidente.

- No, estoy bien.- Alcé mi mano derecha para que Lila se relajara y no mordiera al ojiazul.

- Perdón, perdón, perdón.- Cubrió su rostro con ambas manos mientras se hacía bolita en la cama.

- Tranquilo Michael, no hiciste nada malo. No te pongas así.- Hablé suavemente mientras acariciaba sus brazos. - No hiciste nada malo.-

- Pero te lastime.-

- Eso no me importa Michael. Solo quiero saber que estás bien.- Limpié sus lágrimas.

- Lo estoy.- Apoyó su cabeza en mi hombro.
 
 
En voz baja recite un hechizo que te hace dormir, sentí como el cuerpo de Michael se relajó por completo, lo volví a acostar y cubrí con las mantas.

Revise mi brazo, aún se podían ver los dedos de él marcados en mi piel, busque una pomada y la puse en la zona lastimada. Me acosté otra vez y trate de dormir de nuevo, esta vez con Lila a mi lado.
 
 
 

♦♦♦
 


 
 
La luz del sol me despertó, vi la hora en el reloj de la pared: 7:45, mi tía aún debe de estar dormida. Me levanté y recogí la colcha en la que dormí, Michael seguía dormido así que le deje una nota donde dice que no salga del cuarto hasta que yo vuelva. Tomé mi ropa y entre al baño a darme una ducha, volví a untar pomada en mi brazo, me puse un pantalón de mezclilla, una blusa negra de manga larga (para que Michael no vea mi brazo) y unos tenis azules.

Mientras yo preparo del desayuno, Lila está en el patio haciendo sus necesidades, pongo el café y varias rebanadas de pan a tostar, pico fruta y la sirvo con yogurt natural. A los 10 minutos escuchó los pasos de mi tía en el pasillo.
 
 
- Buenos días.- La saludé.

- Quiero que planchas mi vestido rojo porque esta noche saldré con un amigo.- Se sentó a comer.

- Si, tía.- Le pase su taza de café.

- También revisa que hace falta en la casa y ve a comprar las cosas, el dinero está en el recibidor y el cambio lo dejas en mi buro.-

- Si, tía.-
 
 
Terminó de dasayunar y se fue a trabajar, recogí los trastes sucios que dejó en la mesa y después fui a mi habitación. Michael se iban despertando.
 
 
- Hola, buenos días.- Me senté a un lado de él.

- Hola.- Sonrió aún somnoliento. Debo admitir que se ve muy tierno cuando recién se levanta.
 
 
Por su sonrisa deduzco que mi hechizo funcionó de maravilla, pues en toda la noche no lo escuché quejarse de nuevo.
 
 
- ¿Vamos a desayunar?-

- No quiero molestar más, creo que será mejor que regrese a casa...-

- Mira, ¿Qué te parece si desayunamos y después te acompaño a tu casa? Tal vez Constance ya se calmó.- Sugerí.

- Me gusta esa idea.-

- Genial. Ahora vístete y te espero en el comedor.- Salí de la habitación.
 
 
Serví el desayuno y a los 2 minutos llego Michael, es lindo tener a alguien en casa. Podría decir que somos amigos, y él es el único amigo que tengo. No cuento a Lila como amiga porque ella es mi familia.

Después de desayunar, recogí los platos y los lave antes de irnos a su casa. Mientras caminabamos a su hogar él jugaba con Lila a tirar una rama y ella iba por ella. Una escena muy tierna para mí.

Una vez en la puerta Michael tocó el timbre, pero nadie abrió.
 
 
- Te dije que ella ya no me quiere cerca.- Murmuró Michael agachando la cabeza.

- Quizás salió de casa y volverá pronto. ¿No sabes por dónde más podemos entrar?-

- Iré a ver si la puerta trasera está abierta.- Se fue.
 
 
Bien, ahora que no está Michael puedo hacer mi magia.

La puerta se abrió con mi hechizo. Busqué una rama pequeña y lo suficientemente delgada para que pueda entrar en la cerradura, de este modo puedo fingir que abrí la puerta con esto y no con magia.
 
 
- Está cerrado atrás.- Habló Michael.

- Ya pude abrirla.- Tiré el palo y abrí la puerta.

- ¡Genial! ¿Cómo hiciste eso?-

- Te sorprendería saber cuántas veces me he quedado fuera de casa sin llaves.-

- Debes enseñarme a hacer eso.- Sonrió.

- Claro, pero eso tendrá que esperar.-
 
 
Los dos entramos al lugar, todo está en orden incluso ya no había juguetes tirados por la sala.

Esta vez tuve oportunidad de ver más de cerca las fotografías, los hijos de Constance. Un chico de cabello rubio y ojos marrones capturó mi atención, sin duda era el mismo chico que inició el tiroteo hace años: Tate Langdon.
 
 
- ¿Conoces a alguno de ellos?- Le pregunté a Michael.

- No, mi abuela nunca quiere hablar de ellos. Pero en la noche la escuchaba llorar mientras repite sus nombres.-

- ¿Cómo se llama ella?- Señale a una niña con síndrome de down.

- Adelaide.-

- ¿Y él?- Señale al rubio.

- Creo que es Tate, ¿Por qué?-

- Nada, curiosidad. Constance me dijo que tenía 4 hijos.- ¿Y qué hay del otro niño que vi?  - ¿Tienes hermanos?-

- No, ni siquiera tengo padres.-

- Vaya suerte la nuestra.- Comenté con ironía y dolor.

- ¿Tampoco tienes padres?-

- No. Murieron en un accidente de auto, yo solo era una recién nacida y desde entonces vivo con mi tía Wendy.-

- Yo tampoco conocí a mis padres, mi abuela dice que mi madre murió después del parto... Y nunca habla de mi padre.-

- Supongo que algunos somos condenados desde nuestro nacimiento.-

Dejé las fotografías de lado, más tarde volvería a la casa embrujada.

- Subiré a bañarme y me quedare aquí hasta que regrese mi abuela.- Comento el rubio.

- Está bien, yo regresaré a casa a hacer unas cosas que me encargo mi tía. Cualquier cosa ya sabes dónde encontrarme.- Lo abracé. - Verás que todo estará bien.-

- Gracias por todo (Tn).- Correspondió al abrazo.

Salí de ahí con Lila a mi lado, regrese a casa en hice lo que mi tía pidió. Cuando termine iré a hablar con Violet.














El Diablo En Mi •Michael Langdon X (Tn)•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora