Pívot Johnny [JohnKun]

End

Kun abrió sus ojos para darse cuenta de lo cerca que estaba de Johnny, lo miró formando una pequeña sonrisa antes de musitar un 'lo siento' casi imperceptible, se estaba alejando cuando sintió la mano del alto atraerlo hacía él y pegar sus pechos. Se quedó mirando al alto por unos segundos antes de sentir su voz.— En los viejos tiempos dormíamos abrazados, vamos a hacerlo de nuevo, así que abrázame.— Kun rió pasando una de sus manos sobre el brazo de Johnny para dejar su mano apoyada sobre su espalda. Miro por varios minutos los labios ajenos sin sentir miedo por ser descubierto uso toda la valentía que le daba el alcohol para acercar aun más su rostro al contrario.

Johnny se puso nervioso como nunca antes por la cercanía de su escolta, Kun no pudo seguir aguantando sus ganas así que sin avisó chocó sus labios con los de su Pívot, sintió las mariposas recorrer cada parte de su cuerpo solo por el roce de sus labios, Johnny no se quedó atrás así que apretó un poco más el agarre sobre la cadera contraria para girarlo y dejarlo sobre él. Kun movió sus manos hasta las mejillas de Johnny para acariciar esta con sus pulgares sonriendo por lo suave que eran, el pívot volvió a unir sus labios esta vez de forma más fogosa, paseando su lengua por los labios hinchados de Kun antes de introducir esta en su cavidad bucal recorriendo cada parte para recordar por siempre el sabor que tenía el escolta aunque en esos momentos solo fuera un sabor a alcohol, Kun soltó un pequeño jadeo cuando las lenguas de ambos se toparon comenzando a empujar la de Johnny para poder meterse en la boca del otro sin separar el contacto. Ambos sentían lo mismo, ambos estaban temblando aunque ninguno se daba cuenta, ambos sentían las mariposas en el estómago, ambos sentían su corazón acelerarse y sus manos hormiguear por querer tocar más de la piel ajena, pero sólo se mantenían siguiendo el beso, dejando que los sentimientos fluyeran en ese beso que representaba más que solo algo carnal. El aire les empezó a faltar por lo que se separaron dejando un camino de saliva que mantenía unidas sus bocas, se miraron a los ojos por varios minutos hasta que Kun sintió que su estómago ya no estaba sintiéndose así por las mariposas, se paró veloz golpeando la rodilla de Johnny en el proceso corrió por los pasillos hasta que llegó al baño donde dejó salir todo lo que tenía dentro. Johnny camino con paso apresurado hasta el castaño negando algunas veces al ver como el vómito no dejaba de salir de su boca.

— ¿Por qué bebiste tanto? Yukhei me dijo que te tomaste 15 cortitos con él y luego te bebiste el vaso de Ten.— El escolta lo miro de reojo, soltando un pequeño quejido antes de volver a vomitar, el pívot lo miro antes de ponerse en cuclillas y acariciar la espalda del castaño. Kun se aferro al inodoro sintiendo su garganta arder, le dio asco el sabor que tenía en la boca y creía que ya estaba vomitando su bilis, pero no quería ver, estuvo por más de veinte minutos vomitando en el baño hasta que ya no salía nada más de su boca.— Vamos a la cama para que descanses ¿Si?— Johnny se levanto dejando su mano a la altura del escolta, este tomo su mano para levantarse moviendo su mano hasta la cadena para tirar de esta. Volvieron a la cama tomados de la mano, Johnny acomodo a Kun antes de meterse junto con él, acaricio su cabello por largos minutos hasta que sintió la respiración del escolta relajarse, lo apretó más contra sí y se durmió a los minutos, pensando que en un rato podrían hablar sobre lo que había sucedido antes del vómito.

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Cuando Johnny despertó no pudo evitar apretar el cuerpo ajeno para atraerlo más a él, suspiro con pesadez al darse cuenta de lo mucho que extrañaba esas tardes donde Kun le enviaba un mensaje diciendo que necesitaba una siesta con abrazos. Abrió un poco sus ojos para mirar el menudo cuerpo del escolta a su lado, con la boca entreabierta y haciendo pequeñas muecas, haciéndole pensar en que estaba soñando su pequeño escolta.

Kun despertó quejándose, sintiendo su cuerpo pesado y adolorido como nunca antes lo había estado, como si hubiese corrido una maraton o jugado 20 juegos de basket en un día, se pego más al cuerpo que emanaba calor recordando de golpe todo lo que había pasado en la fiesta, sus mejillas se inyectaron de rojo mientras en su mente solo estaba la imagen de Johnny y él besándose. Johnny y él besándose, su corazón comenzó a galopar volviendo a cerrar sus ojos con fuerza para intentar alargar más el momento antes de ser cuestionado por lo que hizo.

Ninguno se preocupó a fin de cuentas, ambos quisieron besarse y dormir como lo hacían antes, los dos corazones estaban en la misma sintonia y tenían mucho tiempo para hablar de cosas así, por ahora seguirían disfrutando del calor del otro y de los pequeños besos que se iban dando mientras despertaban.