capítulo único.

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"Me quedo dormido pensando en ti.
Abro mis ojos al llamarte."

Mantenía su cabeza pegada a la almohada, dedicándole lindas palabras a su amado, palabras que él estaba seguro de que su esposo escuchaba.

BaekHyun se giró, quedando boca arriba y cerró los ojos después de dedicarle una última mirada a su reloj digital, las 11:30, perfecto. Cerró sus ojos tratando de dormir profunda y tranquilamente, como siempre lo hacía.

Se mantuvo dormido lo que parecían horas, e incluso días hasta que fue despertando por unos carnosos labios pegados a los suyos, tibios y suaves. Sonrió y abrió los ojos mirando al hombre frente a él, su pequeño y amado KyungSoo, sonriéndole con esa sonrisa tan suya.

"Eres mi cielo."

-Buenos días, cariño- escucho con esa voz tan bonita de su poseedor.

-Buenos días, mi cielo.- respondió con la voz adormilada, ronca. -¿Tienes algo preparado para hoy?- pregunto, sabía perfectamente que la respuesta era pero igual le gustaba recitar esas palabras.

-Como todos los días.- dijo el más bajo y extendió su mano para que el mayor la tomará y se levantará de la cama. -Debes vestirte.

-¿A dónde me llevaras?

-Al parque de diversiones.- Dijo antes de encerrarse en el baño. Escuchaba las risas en esa parte de la casa y simplemente sonrió, KyungSoo lo hacía tan feliz.

"Me enseñaste el amor en este severo mundo."

Ambos estaban vestidos para la ocasión, con sus pantalones cortos para estar más cómodos, y playeras sencillas que los dejaban moverse con tranquilidad.

Salieron de casa, y subieron a su auto entonces BaekHyun puso en marcha este, dirigiéndose a donde su esposo le había indicado.

Caminaron por los juegos siendo víctimas de los ojos juzgadores de las personas, algo que ambos odiaban. Sin embargo

-No los mires a ellos, enfocate solo en mí, mi amor.- Dijo el menor tomando las mejillas de su esposo para depositar un suave beso sobre sus belfos rosados.

-¿Cómo podría no enfocarme solo en ti? Si eres lo más bonito de este universo.- Tomo a KyungSoo por la cintura y dejó un beso en su frente. -Te amo.

-Nunca más que yo.

"Cuando oigo tu voz siento que estoy soñando."

-Me divertí mucho contigo hoy, mi cielo.- Hablo el pelinegro rompiendo el silencio de su regresar.

-Siempre tengo los mejores planes, para mi Baekkie bebé.

-Siempre.

Llegaron a su casa y fueron inmediatamente a su habitación, había sido un día cansado lleno de juegos. Se pusieron lo más cómodos y se acostaron acurrucados, cubiertos por los cobertores y sábanas blancas que los rodeaban.

-¿Puedes cantarme como solías hacerlo cuando éramos novios?

-Para mi amor, lo que pida.

Se acomodó mejor, quedando frente a frente y acarició las mejillas del mayor antes de comenzar a cantar.

"Puedo verlo en tus ojos.
Puedo ver tu amor"

Termino de cantar y miró a los ojos de BaekHyun mirándolo fijamente, una mirada suave y linda. Cargada de amor.

-¿He dicho lo mucho que amo tus ojos?- Pregunto el mayor con una sonrisa haciendo que las mejillas de KyungSoo se encendieran en un tono carmesí.

-Algunas veces.- Respondió, tomando las mejillas contrarias para besar su nariz.

-Lo diré siempre a partir de ahora.- Dijo cautivado por la manera en la que los ojos de su amado analizan cada parte de su fino rostro y paran en sus ojos.

Se miraron lo que pareció una eternidad, cautivandose como el primer momento en el que sus miradas chocaron en ese salón de clases.

-Duerme.- Dijo el menor pasando sus manos por los párpados contrarios para cerrarlos y dar pequeños besos ahí. -Estaré cuidando tus sueños, mi príncipe.

"Tú eres la razón mi existir."

Despertó gracias a los rayos del sol que se colaban por la cortina abierta que olvidó cerrar.

Se levantó y camino hacia el baño para poder bañarse y arreglarse. Salió temprano de casa. Manejo hasta el lugar que sabía de memoria, paró frente a las grandes rejas blancas y bajo. Compro un ramo de flores, las más hermosas que había encontrado y entro al lugar.

Llegó hasta el lugar de siempre y se hincó frente a la lápida con el nombre de su esposo Do KyungSoo y fue hasta ese momento que se atrevió a llorar.

-Mi pequeño KyungSoo, ¿Por qué te fuiste? Debías quedarte aquí, conmigo, en nuestro hogar... Espero que haya dónde estés te traten bien.

Dijo acariciando las letras sobre la piedra y dejando las rosas ahí, tomando las que había dejado tres días antes, que estaban comenzando a marchitarse, su Kyungiie bebé no merece flores marchitas.

-Espero cerrar los ojos para verte de nuevo como todas las noches, sé que estarás esperandome como siempre, listo para otra gran aventura.

Se levantó y observo la lápida una última vez.

-Te amo KyungSoo.

Y pudo jurar que escucho como el aire le respondía.

-Nunca más que yo.

heaven; BaekSooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora