Jamás pensé que ser la hermana de el boludo de Sebastián Driussi me haría la mujer más feliz del mundo, pero también me destruiría de la mejor manera.
"Quereme en voz baja, tan baja que la gente piense que no estamos juntos. El amor mientras menos...
-Dale Camila, cortala, cállate un poco-Dijo Sebastián ya harto de mis cánticos bosteros
-Callate vos Sebastián nadie te dice nada acá cuando cantas vos-rodé mis ojos y tome un sorbo de café
- Si porque toda la familia es de River, la única retrasada acá sos vos. -Dijo enojado
-¡Sebastián! No le hables así a tu hermana, por más que sea una amarga no tenes que decirle eso-Dijo mamá y me sonrió y yo volví a rodar los ojos
-Eh cortenla un poco contra mi, ninguno sabe que decirme cada vez que peleamos porque no tienen argumentos-Me levanté de la mesa terminando mi desayuno
-Dejenla-Dijo Vanesa la mujer de Sebas sobando su gran vientre de embarazada
-Bueno, me voy a cambiar y me voy a la cancha-sólo me despedí de Vanesa y bese su vientre de ya 8 meses, la pequeña Fran vendría en unas semanas...
Subí a mi habitación enojada, odiaba que se comporten así conmigo. Yo era de enojarme facil pero igual ellos me molestaban 24/7. Aveces me quería ir bien a la mierda de esta casa pero después me acordaba que no tenía plata y se me pasaba.
-Vamos Boca Juniors, sabes que yo te quiero...-Tararie mientras me colocaba la 7 en la espalda.
Me había echo hincha de Boca desde chiquita por llevarle la contra a mi familia, de por sí verán que no tengo una buena relación con ellos. En fin, todo comenzó por molestarlos a ellos pero cuando paso el tiempo me di cuenta que me gustaba ser la mejor en todo y por ende de los mejores equipos y eso incluía ser del más grande.
Me coloque un short y una gorra de Boca más mis zapatillas Star. Hacia calor y justo hoy Boca jugaba contra San Lorenzo al mediodía.
Era un sueño echo realidad poder ir a la cancha siempre, mi familia siempre estuvo en desacuerdo pero yo cobraba mi asignación hasta los 18 así que la utilizaba para pagarme los meses de socia. Cuando cumplí la mayoría de edad empecé a trabajar en una cafetería cerca y ganaba los suficiente como para pagarme el mes de socia y mis papás me ayudaban con la Universidad ya que no les queda otra. Mi padrino me enviaba plata todos los meses por más que yo le diga que no, el lo hace igual porque sabe donde me crío. Me sirve de mucha ayuda igualmente la plata porque la gasto la mayoría en libros de la Universidad ya que mis papás sólo pagan los meses, lo demás voy ahorrando de apoco para dentro de poco irme a vivir sola.
Iba a la cancha sola desde los 15 años y compartía la pasión con alguien, mi mejor amiga, Milagros, siempre iba a la cancha conmigo pero este mes estaba de vacaciones en España así que no voy con ella hace un par de fechas.
Eran las 11 y media del domingo, Sebas estaba lesionado y había vuelto acá ya que tenía para rato de la lesión y prefería estar recuperándose acá que allá. Yo prefería que este lo mas lejos posible, allá en Rusia.
Sali corriendo literal de mi casa ya que se me hacía tarde para llegar. Tome el colectivo y cuarenta minutos después ya estaba en La Boca.
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