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POV PAUL ZIMMERMAN:

 

Lo que estaba dispuesto para ser un día increíble, parece que no lo será tanto. Esta mañana, le he planteado la idea a Phoebe de salir los cuatro, a ella le ha encantado, pero, me recuerda que Jenell está en casa, y ya que se lleva bien con Rose, nos la hemos traído con nosotros. Estando en el lugar, recibo un mensaje de Jasmina, ha regresado a la ciudad, y quiere que nos veamos, se me hace una mala educación negarme, por lo que le invito a venir, cosa que ella acepta. Está muy cerca de aquí y no tarda nada en decirme que ya ha llegado, voy por ella. Y justamente ahí, empezó todo.

Phoebe y yo discutimos en pleno parque, ¿Por qué? Mis días en Müller cuando quedamos en dedicarlos a nosotros como familia, y lo que creo son celos, armando una escena porque finalmente Jasmina nos acompaña. No la entiendo, ni tampoco es de mi agrado su absurdo comportamiento. Hay silencio entre ambos, por lo cual, decido aceptar su propuesta de volver a casa, no hacemos nada estando disgustados en un lugar que supone alegría y buena convivencia.

Llegando a casa, la cosa no parece querer mejorar, puesto que ella se va a la habitación, dejando a Manuel con papá. Me voy a la cocina por un vaso de agua, lo necesito. Ahora que todos están distraídos, es el momento perfecto para que los dos podamos conversar, no es posible aparecernos a la hora de la comida, tan distantes. Jasmina entra a la cocina y le ofrezco algo de tomar, le sirvo un poco y dejo que beba.

— ¿Es mi idea o las cosas con tu esposa no están bien?

—Cosas que suceden en un matrimonio, supongo. —Le respondo sin ganas de continuar con el tema. Ella no lo entiende, y vuelve con lo mismo.

—Bueno, espero que esas "cosas" no se pasen de donde deben. Porque ya me he topado con situaciones en que luego se complica y nada se puede hacer.

— ¿A qué te refieres con eso, exactamente? —le pregunto dejando el vaso sobre la encimera.

—A nada en específico. Ya sabes lo que dicen, cuando el río suena... —deja la frase al aire. No, está entrando a terrenos que no le corresponden.

—Es porque el caudal es muy fuerte. —Termino por ella. —Tengo que ir un momento arriba, con permiso.

—Adelante, Paul.

Salgo de la cocina con dirección a la habitación. Deseoso de poder solucionar el mal entendido con Phoebe, no me agrada estar disgustados. Mi plan se viene abajo al llegar y verle durmiendo, no voy a despertarle, Manuel no le ha dejado dormir como se debe estos días, es mejor que le deje descansar, tal vez despierta con otra actitud. La observo dormir un momento, se ve preciosa, ¿Quién diría que tiene un carácter de los mil demonios? Aun así, la amo más que a nada en esta vida. Regreso a la sala, donde papá sigue jugando con su nieto, me siento un poco celoso porque mi hijo ni siquiera me determina, eso no sucede muy a menudo. Tomo asiento al lado de mi madre, mujer hermosa.

— ¿Y Phoebe? —pregunta papá.

—Está tomando una siesta, no ha dormido bien los últimos días. Necesita descansar.

—Buena decisión, mi vida. —Habla esta vez mamá. —Se le ha notado en sus gestos que no se encuentra en su cien, nada mejor que un sueñito para cambiarlo todo.

Y eso espero, que dormir la mona le asiente. Rose aparece corriendo con Jenell detrás de ella, la muy tramposa no quiere perder en el juego, por eso ha huido. Les decimos que deben dejar de jugar ya, porque están sudadas y casi es la hora de la comida. Simona lleva a las dos al baño para que se laven las manos. Manuel pelea por bajar de los brazos de papá para venir hacia mí, se apoya de la mesa del centro para detenerse y caminar, le ayudo cuando está cerca. Me vuelvo loco haciéndole monerías.

TRES ZIMMERMAN PARA UNA GREY (THREE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora