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-¡HongSeok! ¿Has visto a JinHo? Necesito darle este cuaderno que olvidó debajo de su banco en la mañana y yo debo irme ahora. -HwiTaek habló rápidamente y con una capa de sudor en su frente, quizás estaba apurado por salir con HyoJong, quien estaba tironeando de la manga de su camisa celeste.

-No lo he visto, pero si quieres puedo buscarlo y dárselo yo mismo. No tengo ninguna actividad por la tarde. -Elevó sus hombros en señal de poca importancia, pero por dentro pensaba que sería la oportunidad perfecta para acercarse al chico con el que había estado coqueteando por mas de tres meses.

-¡Muchas gracias, Seokie! Te debo un... ¡Hyo, me romperas la camisa, idiota! -Cómo respuesta, el de pelo azul tiró de sus manos y, sin remedio ya, HwiTaek dejó caer el cuaderno y se fue corriendo en pasos torpes junto a su novio a la par que reía junto a él y gritaba unas despreocupadas disculpas por la falta de educación de su impaciente acompañante.

HongSeok levantó el cuaderno del suelo y juntó algunas hojas que se habían caído en el arrebato. Al estar solo y en medio del corredor, no tuvo ningun descaro en leerlas.

Si tan solo pudiera, yo,
Un mísero mártir de tu amor,
Secar la sed de tu agonía
Sin verte rompiendome el corazón.

Aunque no lo quieras aceptar,
Ahí está, la esperanza se ha rendido
Me has hecho un humano pequeño
Con poca necesidad de luchar por tu atención.

Pero lo que más me duele,
Siempre has sido incapaz de verme.
Abre los ojos y mira dentro de mi interior
Esta esperando probar tu piel canela y su sabor

Cuando sientas mis ojos en tu nuca,
Abre las puertas de tu alma
Entraré y la llenare de mi llegada
Que alumbrara hasta el más recóndito lugar de tu aura.

Jo JinHo - 100818

¿Para que tienes ojos, si no me ves?
¿Para que tienes manos, si no me tocas?
¿Para que hablas, si puedes callarte con un beso de mi boca?
¿Para que te canto, si al final a mi tu no me notas?

Pero quiero recordarte,
Que yo puedo llevarte,
A un mundo aparte.
Te enseñaré a amarte,
Contaré todos tus lunares
Y nada volverá a ser como antes.

Jo JinHo - 310518

Desde lo más profundo de su corazón apreciaba el talento de su mayor para escribir y expresar sus sentimientos. Porque sí, el habia leído poemas y líricas de canciones antes pero ninguno logro que ese sentimiento hogareño y caluroso se instalara en su interior.

Agradece que, a pesar de su mente reprimiendolo y las manos quemandole, el cuaderno se haya caído y dejado todas las hojas a la merced de sus ojos que sin perder tiempo las analizaron. El sabía que estaba mal, pero ahora conocía esa parte de su hyung que estaba seguro, pocos lo habían. Y por más que su lado poético no salió directamente de la boca del chico en el cual HongSeok había centrado su interés, le hizo sentir una conexión más grande entre ellos.

Parecía que todo estaba alineado con el universo, porque Kang era un romántico sin remedio, se esos que con escucharlo decir dos palabras te da un ataque de diabetes. Tal para cual.

-¿Qué haces leyendo las cosas de JinHo hyung? Ni siquiera me deja verlas a mi. Vamos, suelta el cuaderno y deja de leer sus escritos. Sabes que son personales. -HyungGu extendió su mano izquierda hacia HongSeok, que habia quedado algo aturdido por la situación.

-No es lo que piensas. HwiTaek me lo ha dado porque hyung se lo olvidó debajo de su banco por la mañana. Cuando me lo estaba por dar HyoJong tironeo de su mano y se cayó. No fue mi intención leerlos en un principio, fue solo curiosidad. Por cierto, soy tu hyung, así que tratame con respeto.

-Haré de cuenta que te creo, pero no sigas leyendo. Y necesito que se lo devuelvas ahora mismo, esta en la sala de ensayo practicando una nueva canción. -Un poco aterrorizado sobre la seriedad del menor, cerró su casillero, metió las hojas dentro del cuaderno y salió en la búsqueda de JinHo. -Por cierto, si está al comienzo o final de la canción no lo interrumpas hasta que termine, le está costando mucho estos días concentrarse y tendrá ganas de matarte. No lo subestimes por ser bajito.

-Claro, HyungGu. -Y como tendría que haber sido, HyungGu siguió su camino hacia la entrada mientras el moreno subía hacia el tercer piso.

En medio del silencio, una sutil voz melodiosa amortiguada por puertas y paredes se escuchaba. Cantaba en en inglés y esforzaba al máximo su garganta al hacer altos. Se complementaba con un piano muy bien tocado e instrumentos de fondo puestos desde un parlante.

HongSeok se quedó helado mientras millones de escalofríos recorrían su cuerpo para luego electrizarlo como una descarga eléctrica. Sin notarlo, sonrió y fue con delicadas zancadas a observar al pequeño chico cantar por la ventana. La vena de su cuello palpitaba y se le marcaban las arrugas al costado de sus ojos. Era imposible pensar que alguien podía cantar tan bien y no necesitar de efectos secundarios hechos a computadora para perfeccionarlo. En absoluto.

Recién cuando JinHo desafino con la voz y salió algo mal y quebrada, soltó un gruñido masculino de lo más profundo de su garganta, y seguido comenzó a hacer buches con agua. HongSeok supo que era ese el momento, ahora o nunca.

Toco dos veces la puerta, asustando al mayor que se ahogó con al agua. Rápidamente entró y lo ayudó a recuperarse.

-Lo siento, hyung. No fue mi intención. -Palmeo la espalda de JinHo, sintiéndose realmente apenado.

-No te preocupes, no fue para tanto. Estoy bien. -Sonrió y se enderezó en su asiento con las mejillas coloradas de la vergüenza.

-Igualmente lo lamento. Yo solo... Venía a devolverte esto. Lo olvidaste en el salón por la mañana.

Extendió el cuaderno en su dirección y vio como JinHo palidecio, sus ojos se convirtieron en platos y las mejillas tornaron un color carmín.

-G-gracias... ¿Has llegado a leer algo? Dios, estoy muy apenado.

-Sí. La verdad es que el que lo encontró fue HwiTaek y me lo ha dado en en pasillo, justo se le cayó y al recogerlo la curiosidad me ganó. No tienes porque avergonzarte, son hermosos.

-No mientas, son básicos. Dejo todo mi corazón en ellos, pero nunca son perfectos. Me pasa lo mismo con la música.

-Pero... JinHo, tu haces arte. El arte no tiene que ser perfecto, tiene que hacerte sentir algo.

Las mejillas del mayor enrojecieron otra vez, más no por la vergüenza. Una sonrisa creció en sus labios y se proclamó incapaz de dejar de ver como arte a HongSeok.

-Nunca nadie me había hecho tan bien con solo unas palabras.

-Me parece increíble que no lo hayas tenido en cuenta cuando hasta tu sonrisa se considera arte. ¿Recuerdas cuando te dije que te veias bonito la semana pasada? Pues no sabes lo mejor que te ves ahora que tus ojos se iluminaron.

Sin pensarlo demasiado, JinHo se paró y quedó frente a frente con HongSeok, claramente se puso en puntillas de pie, dejando una de sus manos sobre el hombro del otro. Acercó sus rostros y besó su mejilla.

-Hey, si vas a hacer las cosas deberías de hacerlas bien, completas. -Sujetó la cintura del más bajito levantandolo un poco del suelo (agradeció ir al gimnasio diario) y unió sus labios en un tierno y delicado beso. JinHo no se quedó detrás y colocó sus manos, ahora, en la nuca del otro acariciando con sus pulgares el castaño cabellos.

-Tu no me estas diciendo todas estas cursilerias para llevarme a la cama, ¿verdad? - Inquirió juntando sus frentes.

-No te voy a negar que te haría el amor mil veces de manera sexual cuando lo nuestro llegue a un segundo nivel, sin embargo por ahora te haré el amor con palabras bonitas porque solo así se aprecia el arte interno.

-¡Oh, HongSeok! -Cómo la primera vez, volvió a besarlo, aunque con más ganas. -Siempre me has gustado, y nunca creí que se nos daría. Cada poema que escribí desde que comencé a hacerlo se trata de ti.

-Tu también tienes mi atención desde hace un largo tiempo... Creo que es hora de que te pida una cita.

-Me encantaría.

Continuará...
Ahre.

By your side >>> JinSeok/JinHongSeokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora