Capítulo Uno

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Bianca

Atrapada. Si hay una palabra para definirme a mi y a mi vida, es esa. Mientras otras chicas de mi edad viven, ansiosas por cumplir sus sueños, llenas de esperanza en lo que les depara, yo sé lo que aguarda en mi futuro. Yo se que no hay escapatoria posible a la rutina en la que vivo y en la que viví por toda mi existencia. No hay sorpresas, lo inesperado es apartado de mi por los que creen saber lo que me conviene. Y en vez de poder volar y ser mí misma, tengo que llevar una vida prediseñada.

Escuché pasos acercarse por el pasillo y de inmediato cerré mi diario de un golpe, asustada. Mi madre podría verme, e incluso confiscarme lo que escribo, ya que en esta casa no estában permitidas las quejas. A veces me preguntaba si ella, en éste infierno de rutina en el que estábamos metidas, no se sentía tan sola como yo. A veces me preguntaba si cada una de las sonrisas que le dirigía a mi padre no era tan falsa como los rumores que compartía con los vecinos para pertenecer a lo que ella denominaba "la alta sociedad".


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