Caminaba por los pasillos dirigiéndose a su sala común, en su mente seguía repasando el plan que había hecho con Draco, no sabía si funcionaría, pero era la última oportunidad, y algo en su interior le decía que lo lograría, que con eso Severus aceptaría estar a su lado.
Escuchó muchas voces y risitas por lo que levantó la cabeza, y frente a él estaba un grupo de chicas que lo veían, señalaban y se reían, al notar que él las había descubierto se sonrojaron y corrieron. Él negó con la cabeza y dejó salir una risita, las mujeres eran muy evidentes en algunas ocasiones.
Cómo si sus pasos lo traicionaran, se dio cuenta que se dirigía hacia las mazmorras, tragó saliva y viendo a su alrededor regreso sobre sus pasos, en verdad estaba loco para querer ir a ver a Severus.
Minutos después llegó a su sala común, sin ningún percance en el camino. Al entrar todos se quedaron callados, arrugó el entrecejo y se dio cuenta que Ron subía a la habitación, negó con la cabeza y miró a toda la sala encontrando a Hermione en el sillón frente a la chimenea, se acercó y todo el alboroto resurgió.
–Sé que tú no tienes la culpa, pero ya sabes como es, ¿por qué no hablas con él? –propuso mirándolo con una sonrisa tímida
–No, no hice nada de lo que me arrepienta, –se sentó a su lado recargandose en el respaldo del sillón –además debe entender que yo puedo hablarle a quien yo quiera. Sé que Malfoy se ha portado como un imbécil con nosotros, pero todos merecemos otra oportunidad –la volteo a ver dándose cuenta que la chica lo miraba sorprendida.
Hermione lo miró por unos segundos, pensando que ambos eran demasiado infantiles para disculparse, aunque Harry tenía razón, pero debía entender que Ron siempre había sido humillado por toda la familia Malfoy.
–Supongo que debo estar acostumbrada a sus peleas –dijo la castaña exhalando.
Harry se sintió molesto por ese comentario, pero sabía que tenía parte de razón, simplemente quería que Ron le pidiera disculpas por lo que había dicho.
Miró de reojo a la castaña, podía confiar en ella, era inteligente y lo entendería.
–Quiero decirte algo –se sentó bien y junto sus manos sobre las rodillas, se sentía muy nervioso, jamás pensó que sería tan difícil.
–¿Estás bien? –volteo a verlo con expresión preocupada.
–Sí, es algo que no les he dicho... –exhaló y mirándola a los ojos continuó –. No quiero que cambies tu forma de verme por lo que te voy a decir y espero me entiendas –la castaña asintió, tomó una de sus manos de Harry dándole un suave apretón – a mí me... me gustan los hombres.
Hermione lo miro sorprendida, jamás se había esperado eso.
–¿No vas a decir algo? –. Harry la miró a los ojos, intentando ver que pensaba.
–... La verdad no esperaba eso –le sonrió y apretó más su mano –, eres mi amigo y yo te quiero, no me importa con quién decides salir, yo te quiero por ser tú.
Harry le sonrió, algo en su interior descanso, era increíble la sensación de sentir que lo aceptaba y lo quería.
–Gracias Hermione. –Sin poder contenerse la abrazo, había deseado desde hace mucho hablar sobre eso con sus dos mejores amigos, pero el miedo al rechazo lo detenía.
Se alejaron y se miraron con una sonrisa
–Me dirás quien será tu pareja.
–Es Malfoy –susurro evitando mirarla, una cosa era decirle que era gay, pero aceptar que saldría con Draco, era diferente, y más por lo que habían platicado al principio.
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Del odio al amor... sólo hay un paso
FanfictionHarry Potter cursa su sexto año en Howgarts, cansado de todo lo que todas las personas esperan de él, no sabe que el destino le tiene preparado la prueba más difícil de todas, aceptar lo que esta sintiendo por su "odiado" profesor de pociones.