Me perdí en tu mar.
La corriente me arrastró
al ojo de la tormenta.
Aún permanecía en paz.
Tus ojos me dieron valentía,
tus palabras me dieron razones para seguir;
y quedé perdido, sin una luz guía
en el centro de la nada.
A la distancia escuchaba tu canción.
Me guiaba al norte, donde me prometiste calma.
En el frío de la noche,
sólo siento tu tibio corazón.
Me perdí en tu mar.
Un huracán con tu nombre traspasó mi vida.
He quedado a la deriva
buscando solamente el momento para naufragar.
