Cepoi. Pídeme la vida.

Corre!

Roi.

Me despierto tranquilo, realmente había dormido bien, hasta que...

- Mierda! El despertador! Móvil do carallo!

Corrí todo lo rápido que pude a ducharme y vestirme, pero no había caído en la cuenta de que Luis también estaba ahí, ya que habíamos quedado para dormir en mi casa, el aeropuerto quedaba mas cercano.

-Cepedaaa!! Despiertaa!!

Cepeda tardó un tiempo en despertarse, pero a base de agitar y gritar un poco, despertó.

Mientras le gritaba desde el baño, yo seguía con la tarea de prepararme. Cogí un chandal y unos tenis deportivos y le rogué a Cepeda que estuviera ya vestido.

Tras comprobar que los dos estábamos listos, corrimos hasta el aeropuerto como si un partido celta depor se tratase.

Finalmente conseguimos llegar, lo malo es que nos había tocado en sitios diferentes. A mi me tocó a una vecina de Santiago que conocía de toda la vida ( que no me paraba de dar la chapa) y a Luis con una pareja y un bebé que no paró de llorar en todo el trayecto.

Cuando llegamos a Barcelona, tomamos un Bus y nos pusimos rumbo al campamento.