Capítulo 3

34 2 1
                                    

Las clases se me hicieron eternas, pero al final acabaron.

Cojí mi mochila de "Roxy"  y me fui de clase.

En la entrada del instituto estaba el; Mirandome como si me quisiera desgastar. Rápidamente me sonrojé, sin pensarlo dos veces, cojí mi monopatín y me fui a casa.

Cuando iba a salir, Alejandro me cojió del brazo y me dijo:

- LLamame Alex.

Con una sonrisa torcida y los ojos clavados en mi me soltó y me dejó que me fuera a casa.

Según llegué a casa, me metí directa a la ducha. Cené una ensalada césar y una manzana, me lavé los dientes y me fuí a la cama.

Me intenté dormir, pero nada, no había manera.

No podía parar de pensar en la forma en la que me agarró, en sus ojos clavados en mi y en su sonrisa.

A la mañana siguiente, recibí una llamada suya.

La incomprendidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora