Wine Lips// Cancelado

Joder

Le hablas desesperadamente a Namjoon por el auricular pero este no contestaba, ya era más que seguro que él había caído en alguna de las trampas y que ahora estaría en peligro.

—¡Kim Namjoon respondeme! -Corres por todos los pasillos en busca del sótano-.

Al encontrar la puerta que te llevaba al sótano,la abres y bajas a toda velocidad alumbrando con la linterna, sin querer tropiezas con algo y caes al suelo soltando tu linterna.

Esta rueda por el suelo y alumbra a una de esas cosas que abrazando a Namjoon por detrás mientras bebía su sangre, su cuello estaba lleno de sangre al igual que los labios de esa cosa que satisfacía su necesidad con tu amigo.

—¡NO! -Sacas tu pistola y le disparas en la cabeza-.

Cuando la bala atraviesa la cabeza del vampiro, este se hace polvo y tu amigo cae al suelo como un saco de papas completamente pálido.

—Nam... Perdoname por llegar tarde -sollozas mientras gateabas hacia él- te juro que si lo hubiera sabido...No te hubiera dejado solo.

Estabas a centímetros de él cuando algo lo agarra del brazo y tira de el como un muñeco de trapo, rapidamente agarras tu linterna y apuntas a todos lados en busca de la cosa que se lo había llevado. 

—¡MUESTRATE! -Gritas furiosa-.

Por más que buscaras, no encontrabas a tu amigo, tuviste que salir y volver a la base completamente sola sintiendote realmente mal, era tu primera misión fallida.

Creías que ibas a ser una deshonra para todos, en especial para tu padre, no querías volver y decirle a todos que habías fallado y que habías perdido a tu amigo con facilidad.

Mientras manejabas, llorabas a mares y te culpabas por la muerte de Namjoon y el equipo beta.

—Soy... Soy un asco -Te detienes y golpeas tu cabeza contra el volante una y otra vez llorando desconsoladamente-. 

Después de horas de lamentar te la pérdida de tu amigo, llegas a la base y todos te miran en silencio y sorprendidos.

—Llegó sola -Susurra alguien-.

—¿Como es posible esto? -Susurra otra-.

—Dios... Que brutal -Susurra alguien del fondo-.

Tu padre aparece entre la multitud y te mira triste, extiende sus brazos y corres hacia él y lo abrazas con fuerza. 

—Fue mi culpa papá... Fue mi culpa -Dices llorando descontroladamente-.

—No lo fue... -acaricia tu cabello- claro que no lo fue.

Ocultas tu rostro en su pecho mientras él te consuela como lo haría cualquier padre que le duele ver a su niña llorar.

Ya cuando estabas más calmada, tu padre comienza a formar un plan con los otros equipos, obviamente te dejó fuera de todo eso para protegerte, pero tú no te ibas a quedar parada con los brazos cruzados.

Tomas un bolso enorme, lo llenas de armas y entras a la oficina de tu padre sin que nadie se diera cuenta ya que nadie podía entrar sin ser llamado, buscas en todos los cajones hasta encontrar una carpeta llena de pistas de donde estaban esas cosas, en donde se ocultaban y cuales eran sus costumbre.

Lo metes en tu bolso y sales de la oficina, lamentablemente tu padre estaba ahí y te mira con el ceño fruncido.

—Se lo que tramas y no irás directo a su trampa-Te quita el bolso- te quiero mantener a salvo.

—Él es mi amigo y no lo dejaré -Le quitas el bolso-.

—Puedes hacer más amigos -Te lo vuelve a quitar-.

—Él no es reemplazable -Intentas quitarle el bolso pero tu padre ya estaba haciendo fuerza para que no lo hicieras-.

—Las amistades no son para siempre -Jala el bolso con fuerza-.

—Pero resulta que no lo quiero solo como amigo -Jalas con más fuerza-.

—Si no lo quieres como amigo, ¿Para que quiere ir a buscarlo?, no es nadie importante -Jala aún más-.

—¡Porque lo amo! -De tanto jalar, rompes el bolso-.

Tu padre te mira sorprendido tras esa confesión, tu te agachas y recoger todas las armas posibles y todas las cosas importantes para irte lo más pronto posible.

Finalmente aquel hombre reacciona e intenta quitarte las armas cosa que te hizo enojar ya que el no te estaba entendiendo lo que sentías.

—Lo siento papá -Apuntas con tu pistola su cabeza-.

—Sabes que esas cosas no funcionan con humanos...Solo sentiré un escalofrío.

—No creas que no me he dado cuenta de tu mordida -Señalas su costilla-.

—... -se queda en silencio-.

—Papá, él es importante para mi...Si no me dejas ir por él, tendré que matarte -Dices casi con frialdad-.

—Esta bien... -suspira-.

Comienzas a retroceder sin dejar de apuntarle con la pistola, sabías que te iba seguir así que cambias de arma rápidamente, sabías bien cual no le iba a hacer mucho daño.

—Perdoname, te quiero -Le disparas en la pierna y sales corriendo-.

Metes las pocas cosas que habías logrado tomar y subes al auto para irte lo más pronto posible, tenías al menos veinte minutos antes de que tu padre se regenerara y lograras salir del radar.

—Nam... Te salvare, lo prometo-susurras para ti misma-.

//3 meses después//.

Pasaste tres largos meses buscando el paradero de Namjoon, fuiste al funeral falso de Nam a escondidas por si encontrabas algo raro pero solo provocaste tu llanto.

Aún te dolía haberlo perdido, pero nada te detenía, mas bien te daba más fuerzas para buscar a Nam sin parar, pasabas noches completas intentando descubrir su paradero, utilizaste el mapa, los documentos, de todo.

Llegabas a ver el sol salir y las flores abrirse lentamente, cuando estabas a punto de tirar todo a la basura por todo el estrés acumulado, le das un sorbo a tu café y te llega una idea de la nada.

Una idea alocada y desordenada, aquel día del incidente habían ido de noche y no podían ver nada con detalles, si volvías de día a ese lugar, seguramente podías ver todo con mayor claridad y podías descubrir pasadizos escondidos por la oscuridad.

—¡¿Como no se me ocurrió antes?! -Gritas y miras tu taza de café- joder... Que buen café -le das un último sorbo y arreglas todo-.