Juguete - Toy Frennie

Toy

Para mi conejito; un regalo que te debo de hace tiempo: @ __MonToyBonnie

La familia fazbear.

Dueña de la cadena de pizzerías más famosa, con establecimientos internacionales gracias a su innovadora forma de entretenimiento, animatronicos zoomorfos, que inició con un oso, un conejo, un pollo y un zorro, enamorando a niños y adultos con sus presentaciones musicales. Esas inertes criaturas mecanizadas fueron mejorando gracias a la riqueza para la familia tras el éxito del primer restaurante y los que le seguían.

Gracias a esto, Freddy Fazbear hermanos, crecieron con lujos y nada nunca les faltó. Los hermanos siempre se sintieron comprometidos con el manejo de los establecimientos desde que eran pequeños, haciendo que ya de adultos jóvenes tuvieran altos puestos dentro de el manejo de las pizzerías, exceptuando por el más joven de todos, Toy Freddy, él nunca sintió el mismo apego que sus hermanos, y quería dedicarse a algo distinto.

Aunque el hermano mayor, Freddy lo apoyara en su decisión, ya que pensaba que tenía sus propias convicciones y sueños, eso no era verdad, de hecho, todo lo contrario, como último hijo de la familia, no podía haber llegado al mundo en mejor momento, cuando las ganancias se volvían exponenciales por la apertura de restaurantes alrededor del globo, haciendo que el bebé recién nacido tuviese todo los que quisiera, ya a su edad caprichosa de 5 años tenia 3 cuartos de juguetes de todo tipo, y esto por que a la semana -o menos- se cansaba del mismo juguete.

Y nunca cambio a pesar de ya contar con 21 años, las personas con las que salía siempre le terminan aburriendo, tanto hombres como mujeres, le daba igual, solo tenía que escoger y el dinero hacía que fueran como abejas a la miel, y estudiando música como la una carrera escogida al azar, compartía campus con otras carreras artísticas, haciendo que su elección siempre extravagante.

Siempre odio su nombre, la idea de su padre fue llamarlo Roy Freddy, pero debido a un error, en su registro de nacimiento, su nombre quedó Toy Freddy, su madre amo el nombre, asi quedo para toda la vida, aunque en ese momento se estaban realizando trámites para que su nombre legal fuera Roy, como todos en la universidad lo conocían.

A Pesar de su desinterés por la música, su voz era completamente envidiable, y gracias a esta, pasaba todo sin problema, dándole demasiado tiempo libre, más aún cuando se salta clases enteras para vagar por el campus. Toda su vida amorosa consiste en supuestos noviazgos los cuales, siempre terminan en la cama, reiterando, terminan en la cama.

Sin nada que hacer, a pesar de tener clase de gramática, camina sin preocupaciones, pasando por las grandes zonas verdes, pensando sobre su impaciencia por el cambio de nombre, él no era el juguete con que jugar, él era quien jugaba. Al igual que siempre todo le aburría, nada le llenaba por completo, siempre existía un vacío en su frío corazón por llenar.

Otoño, las hojas de los árboles llevan rojizas tonalidades, cosas aburridas para el castaño, sacó una cajetilla de cigarrillos de su bolsillo, junto a un encendedor, y encendió el cigarrillo, botando caladas mientras cerraba los ojos, estando en completa tranquilidad.

En su vista divisó un gran roble, se acercó a este a paso lento y se sentó junto a este recostándose en el. Con su cigarrillo acabado, lo tiró tras de él, restándole importancia a donde callera.

Cerró sus ojos, dormiría un buen rato, pero una presencia apareció enfrente suyo, y lanzó a la cara el mismo cigarrillo que antes había dejado tirado.

Abrió los ojos con molestia y lanzó de regreso el cigarrillo, apenas abrió los ojos pudo divisar a una figura, vestido con overall, camisa con rayas horizontales azul cielo, abrigo verde y un particular cabello color celeste, con un lienzo bajo del brazo, de seguro era de la facultad de pintura.