El último año de instituto estaba por comenzar. El último domingo de las vacaciones, Alya, una chica morena de pelo castaño y ojos claros, y Marinette, de pelo negro azulado y grandes ojos celestes, se encontraban sentadas junto a la fuente de una pequeña plazoleta a la que solían ir desde hace años.
—Entonces, qué vas a hacer con Adrien este año —inquirió Alya haciendo que su mejor amiga suspirara.
—No lo sé, ya me ha gustado por tanto tiempo y no sé si algún día podré decirle lo que siento. Ay, ¿por qué tengo que sonrojarme cada vez que lo veo? -exclamó Marinette tomando su cabeza con ambas manos.
—Al menos ahora puedes decirle dos frases coherentes seguidas —rió Alya, llevándose una mirada enojada de la peliazul—. Pero ya no puedes seguir así. Este será tu año, Marinette, ambas lograremos que puedas declararte a Adrien de una vez por todas.
—Con un poco de Ayuda de Nino —contestó Marinette subiendo y bajando las cejas.
Alya se sonrojó un poco, pero sacudió un poco el pelo con cara de desinterés, lo que provocó que ambas chicas se desternillaran de risa.
—Tienes razón, este por fin será el año que le declare mi amor a Adrien —dijo Marinette poniéndose de pie y alzando el puño.
—Claro que sí, amiga —animó Alya poniéndose de pie y colocando la mano sobre el hombro de Marinette— ahora vámonos porque la gente nos está mirando raro.
Volvieron a reírse y se pusieron a caminar.
(~🐾~)
—Me gustas.
Las palabras aún rondaban por la cabeza de Adrien, que estaba recostado sobre su cama. Fue totalmente inesperado, aunque pensándolo bien, probablemente la chica peliazul podría haber estado enamorada de él desde hace mucho tiempo.
—No puedo creer que le dije gracias y me fui —se quejó el chico rubio tapándose la cara con las manos.
—Bueno, en realidad nos tomó por sorpresa a todos —dijo un pequeño gato negro que flotaba a su lado comiendo un oloroso queso— pero debes contestarle algo.
—Mira, no me malentiendas. Creo que Kagami es una gran chica, muy hábil y todo eso. Pero mi corazón solo le pertenece a mi Lady —suspiró el rubio cerrando sus hermosos ojos verdes.
—Ya, pero ella no se ha interesado en ti en cuánto, ¿tres años? Deberías abandonar tus esperanzas con ella —replicó el gato.
—Gracias, Plagg. Eres muy considerado —respondió Adrien con sarcasmo.
—Ay, chico. Hay muchos peces en el mar, un clavo saca a otro clavo.
—A ver, no es por ser grosero, pero tú qué sabes del amor —le dijo Adrien.
—Más allá de que yo realmente amo el queso, no te olvides que he vivido miles de años junto a los humanos y sé algunas cosas básicas.
Adrien rodó los ojos y tomó su celular.
—Lo mejor que podrías hacer ahora es olvidarte de Ladybug, y qué mejor que estando con otra chica. Y quién sabe, quizás hasta terminas queriéndola de la misma forma —continuó diciendo Plagg.
El rubio desbloqueó su teléfono y entró a la aplicación de mensajería. Buscó el nombre de Kagami y empezó a redactar un mensaje.
—¿De verdad crees que es lo correcto? —dijo Adrien sin mucha convicción.
—Estoy seguro —respondió Plagg.
Adrien tecleó un corto mensaje.
[Adrien] Tú también me gustas. Nos vemos el miércoles en esgrima!
Presionó enviar y dejó el aparato en el velador.
—Sigo sin creer que es una buena idea —dijo Adrien.
—Tranquilo, niño. Todo saldrá bien —respondió Plagg y luego susurró para sí mismo— no hay nada que atraiga más a una mujer que un hombre inalcanzable. Ahora sí Ladybug caerá rendida a sus pies.
Adrien cerró los ojos intentando no pensar en Ladybug y reemplazar esos pensamientos por Kagami.
Sin éxito, por supuesto.
Una pequeña mentira a través de un mensaje de texto no haría que de un segundo a otro se enamorara de otra chica. Pero bueno, como dijo Plagg, habría que intentarlo.
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Bueno chicos, aquí el primer capítulo de esta historia que empieza livianita, pero que con el pasar de los capítulos se pondrá cada vez más terrible para nuestra protagonista.Espero que sea de su agrado y que, quizás, puedan reconocer una relación tóxica y terminarla, porque amigas, somos demasiado valiosas para aguantar a cualquier patán.
Espero sus comentarios y que les guste esta historia ❤️
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Aunque tú no quieras
FanficMarinette era una chica alegre, pero durante el último año escolar empezó a encerrarse cada vez más en sí misma sin dar ninguna explicación. Siendo Ladybug, podía liberarse por unas horas, pero aún así, su vida personal comenzó a afectar su trabajo...