ＣＯＬＤ ＤＡＹＳ

Dos

¿ME DAS UN BESO?

Lunes por la mañana, y HyunJin tenía unas ganas enormes de sacar un arma y dispararle al sol hasta que esté desapareciera.

Se cubrió con sus sábanas huyendo de aquel molesto resplandor.

De no ser porque su madre irrumpió en su habitación diciéndole que debía levantarse y hacer algo productivo con su vida —nada—, probablemente Hwang hubiera pasado todo el día en cama.

Se arregló listo para salir, puesto que si su madre le había dicho que hiciera algo ¿Por qué no visitar a su lindo mejor amigo Jisung?

Si, un simple beso cambio el mundo de HyunJin.

Después de pensar que besar a su mejor amigo era una idea totalmente loca y descabellada, que seguro estaba confundido por haberse enterado de que esté se iría pronto y que probablemente se arrepentiría después. Descartó todo eso cuando comenzó a darse cuenta de los sentimientos ocultos que tenía hacia el chico de mejillas regordetas y que incluso los negaba para sí mismo.

Decidió aprovechar el poco tiempo que le quedaba con Jisung y el clima frío se había convertido en su excusa perfecta para pasar tiempo en la casa del menor.

— ¡Oh! Hyung— un Han Jisung recién acabado de levantarse saludo a Hwang.

Este se abalanzó sobre Jisung abrazándolo posesivamente.

— Te extrañe— musitó afianzando el abrazo. Han río por lo bajo.

— Yo también te extrañe.

❄️

HyunJin no podía tener una sonrisa más amplia en su rostro, porque simple y sencillamente no podía ser posible. Cualquiera que viera al chico en estos momentos probablemente diría que este incluso tiene alas y brilla más que el sol —incluso le podría quitar el lugar a JeongIn, el solecito de la clase—, pero sería extraño si no tuviera está reacción al tener al pequeño Jisung dormido entre sus brazos.

¡Es la cosa más linda del mundo!

Un pensamiento indiscutible porque era verdad, incluso yo que solo me dedico a narrar esto lo admito. Quien no daría lo que sea por estar en el lugar de Hwang HyunJin.

Mientras Han soñaba con dulces de algodón y unicornios que vomitan arcoiris mientras son montados por gatos que hacen... Casi exactamente lo mismo, Hwang se dedicaba a acariciar su cabello y cuando menos lo espero, el también se quedó dormido.

Unas cuantas horas habían pasado, el mayor abrió sus ojos con pesar y se removió inquieto. Llevo su mano hasta el bolsillo de su pantalón y busco su celular.

1:30 P.M.

¿Cuánto tiempo había dormido?

La verdad no lo sabía, miró a su lado buscando encontrar al menor aún durmiendo pero lo que vio fue el espacio vacío donde Jisung estaba anteriormente.

Se levantó con su ceño fruncido, ¿Como se atrevía a dejarlo solo y con este frío? Ya le reclamaría en cuanto lo encontrará.

A su mente vino un dejavu, no recordaba exactamente qué edad tenían ambos, lo que si recordaba es que fue para el día de la primera nevada.

Ese día el padre de HyunJin había discutido con su madre y el pequeño niño termino escapando de su casa lejos de todos los gritos que se escuchaban en ella. Optó por ir donde el pequeño y adorable Jisung que de seguro al verlo lo recibiría con los brazos abiertos y le llenaría de besitos mientras le enseñaba sus juguetes.

Grave error.

Al llegar a la casa de su amigo, se sorprendió al ver que el automóvil de la familia Han no se encontraba donde usualmente solía estar —para ese entonces la casa de Jisung no tenía cochera—, habían huellas de este en el jardín así que supuso que quizás habían salido a comprar galletas o dulces.

Con emoción el pequeño Hwang se acercó a la puerta subiendo los escalones con saltos de poca altura. La idea de vera Jisung le ponía muy feliz.

Tocó suavemente la puerta esperando a que alguien saliera a recibirlo y ofrecerle algo caliente para el frío que estaba haciendo sin contar la nueve que ya había iniciado a caer.

Espero y espero, sin embargo, nunca nadie le abrió.

— Jisung-ah— el pequeño habló — ¿Estás ahí?

No obtuvo respuesta, así paso una semana entera en la que el pequeño HyunJin visitaba siempre la casa de los Han con la esperanza de que su amigo estuviera ahí.

Era víspera de Navidad, HyunJin ya había declarado su odio hacia los días fríos, los días que le robaron a su amigo. El timbre de la casa sonó pero a el poco le importaba quien fuera.

No iba a salir de su habitación, no lo haría y nada ni nadie lo harían cambiar de opinión.

— Jinnie— esa voz...

— Jisung— se volteó de golpe mirando al chico de mejillas regordetas apoyado sobre el marco de la puerta.

— Hola— susurró el pequeño con cierto rubor en sus mejillas.

— ¡Sunggie!— corrió el contrario a abrazarlo mientras dejaba que de sus ojitos salieran lágrimas — no vuelvas a dejarme solo, nunca, nunca.

— No lo haré.

HyunJin río al recordar todo, era increíble ver como el tiempo pasó tan rápido y un sentimiento de tristeza lo invadió cuando se dió cuenta que de nuevo, el destino buscaba separarlos.

Bajo hasta la cocina donde encontró a su lindo chico preparando quien sabe que, se acercó a el y paso sus manos por la cintura de este apoyando su cabeza sobre el hombro contrario.

Jisung dió un pequeño saltito y se giró un poco para poder ver mejor la cara de HyunJin.

— Sunggie— llamó dulcemente.

— ¿Qué pasa?

— ¿Me das un beso?— preguntó haciendo un puchero. Hwang HyunJin no tenía remedio.