Epílogo

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El año había pasado más rápido de lo habitual, era las épocas de navidad donde todo era alegré y colorido. Desde los arbolitos que todo mundo decoraba en sus casas adornando los con luces, hasta la nieve en las calles y las divertidas cenas familiares.

Era la época perfecta para reunirse en familia y con amigos, y como una buena familia que habían logrado convertirse en el último año, los ocho chicos se reunieron en la casa del príncipe del grupo.

La madre de HyunJin se encargó de ordenar todo —con ayuda de Minho—, les preparo una deliciosa comida mientras el resto de los jóvenes hablaban de cualquier cosa todos sentados en el sofá de la sala.

— ¡Me dan diabetes!— Chan y HyunJin gritaron al mismo tiempo buscando molestar a ChangBin.

El mismísimo Seo ChangBin, quien había dicho que nunca se iba a enamorar, cayó a los pies de cierto rubio que apenas había entrado ese año al instituto. Felix con una personalidad amable y adorable —siendo completamente opuesto a ChangBin— logro romper el bloque de hielo que Seo había construido.

— Cállense— refunfuñó el de menor estatura, a su lado su novio soltó una risita.

— Hyung, tengo frío— el pequeño JeongIn se acurrucó cerca de Chan descansado su cabecita en el pecho de este.

— Pedófilo— murmuró ChangBin.

— No creo que puedas decir eso, ya es mayor de edad en Latinoamérica— Felix argumento con tranquilidad.

— ¡Ja! ¡Gané!

Mientras Chan festejaba, Seo bufó.

HyunJin río, sus amigos eran un caso. Posó su mirada en SeungMin que no había dicho nada. El pelirrojo al notar que su mayor lo estaba observando le dedicó una sonrisa.

— ¡Las galletas están listas!— gritó Minho entrando a la sala con la bandeja de galletas en sus manos —que estaban cubiertas por unos enormes guantes de cocina—, todos gritaron emocionados haciendo espacio para que el chico se sentará.

— Delicioso— exclamó Felix probandolas.

— La madre de HyunJin es la mejor cocinera que existe.

JeongIn halagó.

— No es para tanto, pero gracias.

— Por cierto HyunJin-ah, ¿Planeas salir con Jinyoung?— ChangBin preguntó.

Todos miraron atentos esperando la respuesta del interrogado.

— No lo sé, además creo que a JaeBum le gusta.

Así se pasaron unas cuantas horas comiendo como si no existiera un mañana, hablando y molestando al pobre ChangBin.

HyunJin de vez en cuando miraba a SeungMin. Aún recordaba como conoció al pelirrojo.

El mismo día que se enteró sobre el abandono de Jisung y que casi murió congelado, SeungMin quién era el nuevo dueño de la casa donde anteriormente vivía Han, lo ayudo a no morir ahí mismo.

Desde entonces estaba agradecido con el, habían formado una linda amistad y también una familia con el resto de los chicos.

— Hyung— SeungMin llamo suavemente.

— ¿Qué pasa?— la atención de todos se centró en ambos jóvenes. Puesto que le habían preparado una sorpresa entre los siete, una que HyunJin no esperaba.

— Juntos te hemos preparado una sorpresa.

Todos asintieron bajo la mirada confusa de Hwang.

— ¿Qué es?

SeungMin tomo la mano del mayor y guiando lo hacia afuera de la casa seguido del resto, se encargó de llevarlo hasta la casa del frente, donde los vecinos se estaban mudando y vendrían los nuevos dueños del lugar.

— Toca— indico soltando la mano del mayor.

HyunJin miró a sus amigos confundido, sin embargo, obedeció lo que estos le decían y dió suaves golpes en la puerta frente a el.

La puerta se abrió, y un chico de cabello azabache, mejillas regordetas, piel pálida y usando lentes de contacto que le daban un color diferente a sus ojos. Le mostró una sonrisa mientras que HyunJin sentía que su corazón se saldría en cualquier momento de su pecho.

— Jisung.

— Hola, hyung.

Porque HyunJin odia los días fríos, sobre todo si Jisung no está a su lado.

Pero ahora...

Lo estaría durante mucho tiempo.

Fin.

¡Hola! Espero les haya gustado ^^
Estaré pronto publicando el tercer libro de esta serie el cuál será HyunMin.

COLD DAYSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora