—Yo... soy Moon Bin— Musitó el castaño con una expresión mas tranquila, mirando fijamente al chico a su frente. Lo primero en que se fijó fue en lo bonito que era a pesar de que estaba algo desgastado.
Pero, como todo no es color de rosa, el menor sólo por meses recordó lo que le habían dicho cuando ingresó ayer en la noche:"No te acerques a los demás chicos"
—Debes irte Dong Min... Van a regañarme y no debo conversar con nadie...— Murmuró con tristeza ocultando su rostro nuevamente entre sus piernas.
No debía hacer amigos.
No podía.
—Oh.. Ya veo, tus padres también pagaron por "Tratamiento extremo". Lo entiendo— Musitó decaído levantándose, para sentarse en la cama esperando por su castigo, que más daba donde lo encontraran si de igual manera lo iban a reprender.
—No lo sé... No estuve presente cuando mis padres estaban hablando con los especialistas— Contestó sin dirigirle la mirada.
—Entiendo... Ni siquiera me dejan salir de mi habitación
—¿Y qué haces acá?— Preguntó sin interés haciendo círculos con sus dedos en el suelo. No es que no le interesaba el chico o le cayese mal, simplemente ese pequeño y bonito momento que tuvieron mirándose algo había cambiado, ese chico había cambiado algo en él... Algo... Prohibido.
Esa era la razón por la que estaba evitando todo contacto visual con el pelinegro, porque sabía que algo estaba mal aunque no supiera exactamente qué.
—Pues... Tenía mucha hambre...
Al escuchar eso, el castaño abrió sus ojos de a par asombrado pues quien más que él amaba la comida y no podría vivir sin ella ni un solo día, ni siquiera se saltaba las horas de comidas porque siempre tenía hambre.
"¿En serio son así de crueles en éste lugar?"
—¿N-no te dieron comida? ¿Por qué...?
—Estoy castigado y mientras estés castigado no recibes comida... Y aveces así no estés castigado se olvidan de nosotros...— Musitó recordando lo mucho que moría de hambre en estos momentos oyendo con tristeza su estómago rugir, su cabeza daba vueltas pidiendo descanso, se sentía realmente mal.
—No quiero ser grosero contigo pero...— Hizo una pequeña pausa suspirando con desánimo— En serio quiero te vayas... N-no quiero ser castigado
El pelinegro no respondió pues se estaba dando cuenta que iba a perjudicar a Moon Bin si los encontraban juntos y lo menos que quería era que castigaran al recién llegado sabiendo lo feo que era. Se levantó en dirección a la puerta quitando la silla que la bloqueaba para salir del lugar no sin antes decir...:
—Perdón, es que no tengo amigos...— Musitó, para ésta vez sin más, tratar de volver a su habitación
—Yo tampoco tengo amigos Dong Min... Estoy solo...— Murmuró para sí mismo dejando resbalar una lágrima de sus rojizos ojitos para acurrucarse más en sus piernas esperando por el hombre que le dijo que no se moviera de allí. Esto para el menor apenas empezaba...
Por otro lado, el de cabellos negros se encontraba mareado caminando con mucho esfuerzo por aquellos tétricos pasillos aguantándose de las paredes para no caer, su cuerpo de repente pesaba más que antes y ya hasta estaba viendo borroso, no sabía a donde iba o por donde estaba.
Parpadeaba constantemente tratando de aclarar su vista pero le fue inútil, sus piernas fallaron al igual que sus pocas fuerzas cayendo desmayado al suelo sin que nadie pudiera hacer algo por él....
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Habrán unos cuantos capítulos que serán así de cortos u.u lo siento.
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Prohibido | Binwoo ♡
FanfictionPleno siglo 21, y aún existen personas con ideologías de que la homosexualidad es una enfermedad. Lee Dong Min, con 17 años de edad, es internado en un centro especialista para chicos con problemas de homosexualidad, para intentar tratar de su "Enfe...