Capítulo LIII - Mía

7.3K 401 52
                                    

Dejo que Julianne reparta feroces besos por mi cuello mientras una de sus manos lucha con mi sujetador, mi cuerpo tiembla ante sus toques y suelto suspiros de placer cada vez que su cuerpo roza mi zona íntima. Una de sus manos viaja hasta mis muslos y cuando nuestros labios vuelven a unirse suelto un gemido de excitación, dejo que sus manos se deshagan de mi ropa en cuestión de segundos, me deja completamente desnuda ante sus ojos llenos de fuego.

-Esto tiene que ser rápido-susurra a mi oído y yo vuelvo a gemir. Me tortura avanzando con sus dedos ágiles por mi piel hasta llegar a mi centro, ruego con silenciosos gemidos que me tome de inmediato, que me haga suya porque ya no aguanto más, Julianne sonríe victoriosa y con dos de sus dedos entra en mi de forma rápida, con otro de sus dedos estimula mi clítoris haciéndome ir perdiendo la razón.

-Gime mi nombre-Julianne susurra a mi oído y yo muerdo mi labio inferior. Hago caso a su pedido y con voz baja susurro su nombre en su oído cada vez que entra en mí. Sus embestidas comienzan a aumentar al igual que mis gemidos. Siento como mis cuerpo comienza a temblar cada vez más, como pierdo los sentidos y la forma en que Julianne me hace suya me vuelven loca, estoy apunto de estallar y Julianne lo sabe, por lo que comienza a morder y lamer mi cuello de forma feroz estimulando me cada vez más. Con un último suspiro de placer mi cuerpo responde a los toques de Julianne y siento como el orgasmo recorre cada parte de mi cuerpo, mi mente es solo el éxtasis de las últimas réplicas de placer y cuando vuelvo en mí Julianne me observa con una gran sonrisa.

-Me gusta hacerte llegar al orgasmo y que pierdas la razón-besa mis labios riendo y yo le correspondo igual de feliz. Sé que Julianne ansía también lo mismo y con una maniobra rápida invierto nuestras posiciones. Ella me observa atenta a mis movimientos pero me quedo un par de segundos observándola, dejándome pasmada con su belleza y sintiéndome afortunada de ser la única que puede hacerla mía. Julianne toca mis rostro y yo cierro los ojos, sus manos recorren mis mejillas y me dejó ser nuevamente con sus caricias, sé, muy dentro de mi, que sí un día Julianne ya no vuelve a estar en mi vida, haciéndome sentir así, tocándome, estando conmigo todo será diferente, mi vida completa cambiaría de rumbo y sinceramente, hasta perdería mi sentido de existencia. Pero eso nunca lo admitiría, no cuando Julianne aún puede hacerme sentir tan bien y querida.

-¿Qué sucede?-me mira con preocupación y yo niego.

-Nada amor, me siento afortunada de tenerte-digo avergonzada y Julianne se levanta para depositar dulces besos en mis labios, comienzo tocando su rostro y bajo con mis manos hasta sus senos, me entretengo haciéndola gemir y lamiendo cada trozo de su piel. Una de mis manos baja hasta sus muslos y rozo con mis dedos su centro  ya mojado, Julianne me observa expectante y yo con malicia me dedico exclusivamente a torturarla con mis dedos, sé que quiere que la toque pero me divierte ver sus expresiones cuando me acerco a su centro de placer.

-Tócame por favor...-dice soltando un leve gemido y yo asiento depositando un beso en sus labios. Entro con mis dedos en su centro húmedo y de inmediato la caderas de Julianne se alzan, sonrío ante su exasperación y dejo de torturarla. Comienzo a entrar y salir de ella como un vaivén sincronizado mientras Julianne se agarra de los asientos del coche dejándose llevar por el placer. Reparto besos por su cuerpo mientras mis dedos no dejan de estimularla, comienza a gemir de forma más intensa y yo utilizo mis últimos recursos para hacerla llegar al orgasmo, como puedo en el reducido espacio del coche subo a Julianne más arriba y yo bajo hasta su centro, mi boca lame su clítoris y Julianne gime, dejo que mi lengua dance por su centro y noto como mi profesora ya no resiste más, agrego un dedo a su interior y Julianne suelta un último gemido antes de perder la razón.

Ambas caemos juntas acostadas y riendo, nos besamos hasta que escuchamos como unos pasos suenan por un lado y nos levantamos asustadas, observo hacia afuera pero no veo a nadie.

Malos Tiempos(temática lésbica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora