La Vida es un Amor (Trilogía)

Capítulo 1

Desde muy pequeña siempre vivía alejada de la realidad, de las personas del mundo exterior, no me gustaba salir a la ciudad no me gustaba conocer gente nueva o al menos conocer gente, no tenia amigos ni siquiera tenía familiares. Yo Vivía sola en una cabaña muy adentrada en un bosque oscuro en el que las personas no se atrevían entrar por miedo a nunca más salir.
Y a todo esto hay que agregarle un detalle muy importante: no soy una persona normal, tengo algo que me hace diferente algo que me separa de resto de la gente, yo tengo poderes, tres para ser precisa , con el primero puedo ver hasta lo invisible lo oculto puedo verlo todo, con el segundo puedo saber qué pasará el día de mañana en una semana y hasta en un mes, y con el tercero tengo un tipo de telequinesis muy avanzado mover cosas con la mente desde cosas muy pequeñitas hasta enormes, pero a pesar de todo eso de todo lo bueno que quizás pueda tener, No todo es perfecto y mucho menos yo, porque sufro una ligera alteración en mi sangre.. un problema al corazón.

Decía que nunca salía de mi cabaña por el miedo a nunca regresar, pues no conocía nada del mundo exterior, pero pese a ello una mañana mientras los ríos del sol alumbra mi rostro blanco, tenía una expectativa diferente quería salir pero cerca claro, no quería irme más lejos de lo que mi conciencia me permitía.
Así que empaque una mochila como no tenía mucha ropa ni muchas cosas no Fue bastante lo que lleve, sin embargo al abrir la puerta esa puerta tan vieja que sonaba rechinando y era Algo pesada de abrir, me detuve en la entrada, respire , espere a que lo malo pasará esperé unos 10 segundos y nada, así que con ese misma seguridad di un paso y luego otro hasta tener unos dos metros de distancia de mi cabaña, y me caí. Me desvaneci, en ese momento todo se puso en negro y no escuché nada en mi interior.

De pronto desperté levantando los párpados poco a poco pues sentía algo de dolor por dentro, quizá pude haberme tropezado o desmayado o pude haber perdido el conocimiento Sólo por un minuto, pero no fue así todo se veía tan borroso, sin embargo Noté que estaba sentada, Estaba adentro de una mansión en una gran sala algo antigua era tan grande y miraba las imágenes y los pequeños detalles que estos adornaban su gran esplendor, cuando de pronto escuché un sonido el sonido de una voz tan suave y delicada qué me decía- hola- Así que voltee a ver de dónde provenía y me percaté que era la voz de un hombre alto, Rubio de una mirada tan profunda Qué puede tocar tu corazón en un segundo, sin embargo lo único que hice fue observarlo ya que hace tiempo que no veía un ser humano de cerca.
Él me dijo-¿Estas bien? ¿Cómo te llamas?- y le dije mi nombre como susurrando, él me dijo que nunca me había visto por acá y que debería de agradecerle por haberme traído hasta este lugar ya que en el estado en que me encontró, que por cierto descubrí que casi me había dado un infarto, era muy peligroso para mí y él fue el que me levanto y me trajo.
Lo miré de arriba abajo no sabía si creerle pero le seguí el juego, -gracias por lo que hiciste allá afuera prácticamente me salvaste la vida y si así fue Yo también te debo la vida. joven ..¿Cuál es tu nombre?- él me sonrío de forma ladeada
- me llamo Darriel y vivo aquí
- vives en una mansión eso es muy asombroso , ¿esta mansión es tuya?- pregunté, esperando una respuesta Que no iba a llegar ya que él Al escuchar un ruido se alejó caminando de prisa.
En ese momento recuerdo de que no traía mi mochila y empecé a buscarla de vista hasta que la encontré la tomé ,me la puse y me disponía a ir caminando hacia la puerta cuando de pronto al abrir la puerta escuché una fuerte explosión nunca había escuchado tal cosa pues ni siquiera en Navidad suenan tan fuerte los pirotécnicos, de pronto vi que el chico cuyo nombre es Darriel corriendo hacia la puerta donde yo estaba tan rápidamente y me dijo- sal ! corre!
Así que termine de abrir la puerta tan rápidamente, a lo que él me dijo- ven sube-
-¿donde?- me acerqué y vi que en la parte de atrás de la mansión traía una motocicleta muy moderna pareciera que casi nunca la hubiera usado, me subí y él también esa cosa hizo un sonido tan fuerte y arrancó justo al mismo tiempo en que escuché otro fuerte estallido y él dijo -vámonos- lo miré y dije -¿Adónde? -, -A la ciudad- me dijo en tono desesperante
-nunca he ido tengo miedo-,- más miedo tendras si te quedas acá- y arrancó su motocicleta y nos fuimos tan rápido que no tuve tiempo ni para votar Una lágrima.