Capítulo 7

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Ambos jóvenes estaban en aquel sillón riendo mientras contaban anécdotas, más de parte de Marinette, ya que Chat Noir no podía revelar mucho para que ella no descubriera su identidad.

—Entonces Alya me apuntó con la pistola de agua y quedé completamente empapada.— habló la azabache soltando una carcajada.

—Pero tu dijiste que la empujaste a la piscina primero.

—Lo sé.—Marinette se encogió de hombros con inocencia, cosa que hizo reír aún más al felino.— se lo merecía, me ignoró todo el día por su bendito Ladyblog.— la joven se cruzó de brazos haciendo un puchero.

—Marinette.— llamó su atención algo pensativo y ella volteó a verlo.— en... primero que nada, lamento haber leído tu diario.—se disculpó apenado, bajando la cabeza.

Ella lo quedó mirando un momento y luego de meditarlo por unos segundos sonrió amable. No podía enojarse con él, no después de todo lo que le ha ayudado.

—Sólo no lo hagas de nuevo sin mi permiso.— advirtió intentando restarle importancia.

—Ahí pusiste que... le dirías a "Adrien" sobre Shangai o eso entendí.— indagó optando por una postura más segura ante ella, viéndola ahora a los ojos.

—Oh... Adrien... pues, quería decirle, pero ya no estoy muy segura.— suspiró haciendo una mueca.

—¿Por qué?, ¿te hizo algo? — se alarmó, pero ella negó con la cabeza rápidamente.

—No. Él es una muy buena persona, jamás me haría algo malo.— sonrió y el rubio por su lado se avergonzó un poco, aunque volvió con su actitud coqueta.

—Por como hablas de él pareciera que te gusta.— le sonrió pícaramente.— parece que tendré competencia.

—Ya quisieras gatito.— rodó los ojos por su actitud.

—¿No me crees? — preguntó acercándose un poco.— ¿tan malo sería que intentase conquistarte?

—Eres un coqueto sin remedio.— respondió la azabache acercándose de la misma forma.— además... dudo mucho que yo... — suspiró viendo hacia otro lado.

—¿Que tu qué?

—Que podría gustarle a alguien... el chico que me gusta no me ve más que como una amiga y además me iré del país. ¿Qué sentido tiene pensar en eso ahora?

Aquellas palabras quedaron resonando en la cabeza del héroe, no las que decían que ella se iría, más bien las que decían que a ella le gustaba alguien.

Chat se sintió un tanto extraño tras oír aquella confesión de su compañera.

—¿Te gusta alguien? —preguntó algo molesto, cosa que ni siquiera se dio cuenta. Su tono de voz fue algo severo e incluso la misma chica se sorprendió un poco al escucharlo.

—N-no creo que...

—¿Quién te gusta? — interrumpió sus palabras, buscando insistentemente sus ojos.

¿Por qué se sentía así?, ¿por qué saber que a ella la le gustaba un chico lo hacía reaccionar de esa forma?, ¿por qué le molestaba tanto que no le respondiera?

El rostro de Plagg apareció en su mente y este rápidamente negó. No podía gustarle ella, ya que estaba enamorado de Ladybug y aunque no le correspondiera, los sentimientos no se irían de la noche a la mañana.

—Chat, no creo que debamos hablar de esas cosas.— musitó.

—Claro... disculpa.— sacudió la cabeza y dio un gran bostezo.— ¿Qué hacemos ahora? —cambió de tema, aunque la duda lo comía por dentro.

Following The HeartbeatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora