Vuelve conmigo (Hana Kimi fanfic)

Capítulo 5

Antes de que pudiera percatarse, Eli, seguía a Sano, sus piernas no respondían a sus actos.

—Por favor Sano, espera... —le suplicaba.

El chico se detuvo durante unos momentos ante la petición de la joven.

La miró por el rabillo del ojo.

Realmente ella estaba allí.

Sacudió la cabeza, ¿por qué ese día se empeñaba en recordar su pasado?

—Vete Eli... —había exclamado haciendo que la joven dejara de caminar.

—No quiero irme, he venido a por ti...y no me iré sin conseguirlo—sus ojos color miel estaban encharcados en lágrimas.

—No quiero volver...por favor, vete...no puedes estar aquí... —susurró mientras se encaminaba de nuevo hacia su destino.

—No me iré Sano...

El pelinegro suspiró y con pesar en su corazón la ignoró.

—¡Sano! —gritaba—Sano, por favor.

Ante la indiferencia de este, Eli corrió con todas sus fuerzas para alcanzarlo cayéndose así en mitad del camino.

—¡Hermano!—gritó.

Lo perdió de vista y por si no fuera ya suficiente ahora su rodilla sangraba causándole así un dolor insoportable.

—Mierda... —dijo entre sollozos.

Se incorporó dificultosamente y se sacudió la tierra de la ropa.

Suspiró.

Ya se temía ese tipo de escena, su hermano siempre se había dejado llevar por el pasado y ella quería ayudarle, por ello estaba en ese instituto con la esperanza de hacerle volver, pero, no sería tarea fácil.

Se encaminó sin rumbo por esos caminos llenos de flores y árboles, estaba perdida, y todo por culpa de su querido hermano.

Miraba hacia todas partes buscando alguna salida, cuando pareció encontrarla se dibujó una sonrisa en su rostro.

Se encaminó hacia ella, debía ir hasta el instituto en el que se iba a hospedar.

''St. Blossom´´

No le hacía mucha gracia ya que se trataba de una institución femenina, es decir, chicas insoportables por doquier, pero, estaría cerca del Oshaka y por supuesto de su hermano.

Se encaminó hacia la puerta dificultosamente a causa del dolor que sentía.

A unos segundos de salir, ante ella, se presentó un joven alto, más alto que todos los que había visto hasta entonces, de cabellos castaños, ojos del color de una hoja de otoño y tez blanquecina,  se podían apreciar pequeñas pecas adornando su rostro.

—¿Desde cuando el Oshaka acepta chicas? Eso es nuevo para mí... —dijo con una sonrisa ladina.

—¿Quién eres? —preguntó la morena ante la aparición de ese chico.

El joven se acercó a ella hasta ponerse a su altura, aunque, así, podía apreciarse la gran diferencia de tamaño.

—Yo debería preguntar eso, pequeña, una chica no puede estar en este lugar.. —había dicho mientras acercaba peligrosamente su rostro al de ella la cual se sonrojó ante el aproximamiento del chico—Quien sabe lo que te podrían hacer estos lobos hambrientos—susurró.

Eli lo empujó suavemente y apartó la mirada, estaba nerviosa y la carcajada del alto hizo que se pusiera todavía más inquieta.

—Que inocente... —susurró.