Cenizas de un conjuro ( La Era de la magia)

Capítulo 13 Criaturas de luz y sombra II

"¿Quién eres tú para cambiar este mundo?

¡Chico Tonto!

Nadie tiene que escuchar tus palabras

Déjalo ir"

Carnivore- Starset

A Skylar le era casi imposible conciliar el sueño. Había perdido la noción de las horas, ya daba igual si era de noche o de día. La habían trasladado junto con el contenedor misterioso a un cuarto igual de gris pero menos espacioso, al menos ya estaba libre de aquella jaula electrificada sustituido solo por un brazalete en el cuello que le impedía escapar.

Eso era lo menos que le molestaba, ahora no sabía si era seguro estar en la misma habitación con esa cosa contenida. El cazador en turno J.M era un soquete pero al menos no dejaba de encargarse de alimentarla a ella con pollo frito y dejar en el tanque un trozo de carne.

La ninfa pudo haber tendió la confianza de preguntarle que criatura albergaban ahí ahí, alguna especie de tiburón o piraña salvaje. Skylar ella misma se inventaba un sinfín de historias de la criatura misterioso para su propio entretenimiento.

De igual manera pensaba también de manera madura, como el tipo de futuro le deparaba de ahora en adelante, si solo hacían más larga su sentencia de muerte o que para siempre la conservarían como mascota como le escucho mencionar a su custodio.

La nueva mascota del jefe.

La elfa se comenzaba a preguntar si alguna vez volvería a ver a sus amigos, al mago de cabello blanco que suele sacarla de quicio pero que en el fondo lo quiere como a un hermano, el hermano fastidioso para sí pensó riéndose por primera vez desde el encierro.

No le duro mucho el gusto, estaba cansada y aun así no podía pegar el ojo. Tomo una de las pieles de oso y se recargo en un rincón, muy cerca del tanque burbujeante. No podía ver nada, pero solo podía percibir el sonido del agua corriendo y el chocar de un objeto, se sobresaltó un poco.

Un botón del cual no había prestado mucha atención e invadida con la curiosidad de un niño, estiro un poco su mano para alcanzarlo y en efecto, pudo presionarlo escuchando un crick de adentro que tuvo que hacerse para atrás. Ya que al parecer se abría la cubierta de metal del tanque dejando al descubierto una capsula transparente, un poco espaciosa como para albergar algo de tamaño humano. La ninfa se sorprendió al ver de lo que se trataba. Ahí había un niño, pero no un simple niño, era de más o menos 15 o 13 años de ojos grises muy diminutos y largas pestañas que la observaba tímidamente, de rostro pálido y rostro achatado, su cabello era completamente negro asilando en el agua, pero lo que eso no era lo raro, el chico tenía las manos palmeadas, unas especies de branquias en el cuello y por ultimo una cola de pescado color albarino que se movía inquieta.

La ninfa de cabello rubio no había visto criatura más hermosa, más que los libros, y para ironía suya nunca llego a creer que un día lograse toparse con una semejante. Alzo su mano y con suma cautela la coloco sobre la pecera, con miedo de asustar a su compañero. El pequeño tritón no tenía miedo, y de igual manera coloco su mano detrás del cristal como lo hizo ella y sonrió. La criatura se sentía en confianza.

Skylar soplo con su aliento dejando vaporoso el cristal y escribió un Hola a lo que el tritón hizo una reverencia caballerosa en el agua inclinando su cabeza con elegancia devolviéndole el saludo. Ella volvió a escribir algo en el cristal preguntando que si le entendía a lo que su compañero asintió y abrió sus labios como para decir algo. Su voz era dulce como canto de sirena, melodiosa y clara.

-Entiendo el lenguaje de los humanos, como de las criaturas mágicas- dijo el tritón de forma calmada- es algo que se nos enseña al igual que nuestra lengua materna.