Capítulo 14 Deja vú

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"Estoy cansado de rogar por las cosas que quiero,

Estoy durmiendo mucho como un perro en el suelo.

Imagina vivir como un rey un día.

Una sola noche sin fantasmas en las paredes..."

Pierce The Veil - King for a Day ft. Kellin Quinn

Ella me llama y no puedo evitarlo.

Es como si volviera a una época distante pero familiar. Porque al ver cada uno de esos rostros siento que hay algo de historia mía. Impregnada en cada calle, en el suelo que pisan mis pies, en el brillante sol en lo alto del cielo azul regalándome una de las mejores vistas que jamás haya visto.

¿He muerto acaso de nuevo y este era el paraíso? La ciudad es de lo más pintoresca y nadie parecer notarme. Están absortos en su propia felicidad.

¿Por qué están tan felices? ¿Qué acaso yo no lo era?

No sentía envidia, al contrario; me gustaba estar aquí observando a cada niño, mujer y hombre con ese encantador brillo de la felicidad dibujado en sus sonrisas.

De alguna manera me recordaba que la mayor felicidad que llegaba a experimentar el ser humano era ver a los demás felices, aunque eso significase sacrificar la dicha propia.

Ese era mi mantra por así decirlo a lo largo de mi vida.

Ya no me encontraba en la ciudad, había llegado a lo que al parecer era una especie de parque con la peculiaridad de que este estaba cubierto con pétalos de rosas blancas que caían del cielo en forma de lluvia y en cuanto un pétalo callo en mi mano, sostenía la mano de mi hermana.

Juntas estábamos presenciando el espectáculo Y justo en medio de ese paisaje hermoso se encontraba una familia sentados en la alfombra de pelitos blancos jugando y divirtiéndose, podía ver el semblante de felicidad en sus rostros, en el padre, en la madre y en la bella niña de larga cabellera color miel, al parecer la mayor ya que había dos niñas más revoloteando alrededor tomando y arrojando montones de la lluvia blanca.

No sé por qué tuve unas ganas inmensas de llorar al ver cuadro tan hermoso. La vida se burlaba de mí, era una ironía que esta clase de sueños me mostrara lo que nunca llegaría a tener y justo ahora me lo recordaba cuando de nueva cuenta sentía que se me arrebataba algo y de nueva cuenta no era capaz de hacer nada por los que amaba, ni por Skylar, ni por Tony que por culpa mía ahora estaba muerto. No quería pensar que ya era demasiado tarde, que aun estábamos a tiempo de hacer las cosas bien.

Adele apretó mi mano fuertemente y me sonrió

De pronto la niña más grande de la familia se percató de nuestra presencia.

-¿Por qué lloras? Nada ganas con eso- me sorprendió su voz acaramelada y melosa de la niña. Me limpie las lágrimas avergonzada de mi propio llanto. Ella me sonrió mostrando sus hermosa perlas y nos llamó- Vengan, acompáñenos.

Mis pies se movieron por si solos y me dirigimos hacia ellos sin objeción alguna mientras las niñas pequeñas me arrojaron un puñado de pétalos en la boca y se echaron a reír pero la madre las reprimió, pero ellas no hicieron mucho caso y seguían haciendo travesuras.

Mi hermana se estaba burlando de mí pero no le tome mucha importancia. Una se cayó de bruces y me apresure a auxiliarla pero la madre, de bello rostro y amablemente con una sonrisa me detuvo para que no interviniera y observe a las más pequeñas se ayudaban mutuamente y continuaban como si nada.

-Son imparables- agrego la niña más grande y ahora que la veía más de cerca era más bien una adolescente de rostro angelical, facciones delicadas y perfectas y cabello amielado que brillaba con el sol y le caía como cascada por sobre el hombro, - y pese a las caídas siempre han aprendido a levantarse por sí solas como han observado.

Cenizas de un conjuro ( La Era de la magia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora