Dime 'Emma'

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One-Shot inspirado en las fantasías descriptas por Emma-sin-filtro de mi otro fic "El poder de la daga". Completa y absolutamente M (M++, súperM jajaja bueno, tampoco tanto xD). SWAN QUEEN con contenido sexual (qué ya está aclarado, joer)

Dedicado a mis lectoras del fic mencionado por dejar sus maravillosos comentarios, votar y reírse mucho que era lo que yo quería lograr en definitiva.

OUAT le pertenece a sus creadores y nada más que ello. Yo los tomó en préstamo para mis fantasías, literal xD

Dime 'Emma'

-¿¡PERO QUIEN SE CREE QUE ES!? – un torbellino rubio entró furioso a la alcaldía de Storybrooke, sin golpear la puerta. Más bien lo contrario, por poco no la tiró abajo del portazo que dio.

Regina levantó la vista de sus papeles – una persona mejor educada que usted, posiblemente – le dijo sin levantarse de su asiento.

-No se hagas la tonta petulante, Alcaldesa Mills – la amenazó Emma con el dedo y el rostro furioso – sabe muy bien que lo que ha hecho ha sido por pura saña – dio un golpe en el escritorio.

-Escúcheme bien, salvaje – espetó Regina, empezando a perder la paciencia – como le haga daño a mi mobiliario lo pagará con su propio sueldo ¿me entendió?

-Oh, claro, ¿cómo si no supiera que eso es imposible? – Emma se sentía tan enojada que no podía parar de hablar - ha reducido tanto el presupuesto operativo del sheriff que ni siquiera puedo utilizar el coche, mucho menos pagar su mobiliario de caoba – la rubia se enderezó en su lugar – esto es personal, por mucho que diga que la crisis obliga a ajustarse, sabe que solo está atacando mis posibilidades, ¿acaso no le importa la seguridad?

-¿Cuál seguridad? ¿Arrastrar a Leroy hasta su casa cuando la lía en lo de la abuela? – Regina meneó la cabeza - ¿Tan egocéntrica es usted que cree que un asunto oficial se maneja de forma subjetiva? – se puso por fin de pie, mientras dejaba a un lado sus papeles del día - ¿se atreve a contradecir la decisión de la autoridad principal?

Caminó hasta Emma e, inconscientemente, se acomodó la falda de tubo que llevaba, alisando la arruga que se había formado por estar sentada. Traslado su mano desde su abdomen hasta el borde de su falda con indescriptible lentitud. Emma no conseguía separar su mirada del gesto ni por un instante, sintió que le faltaba el aire. Cómo podía alguien tan exasperante, ser tan sexy al mismo tiempo.

-Lo que digo es que este asunto es – Regina movió su cabeza y su corto cabello despidió perfume a un poco de miel y otro de lilas, a Emma se le secó la garganta. "Vine aquí a enfadarme con ella, no a desearla" – personal... – concluyó con un hilo de voz.

-¿Por qué yo, la alcaldesa de Storybrooke, tendría algo personal con usted, Señorita Swan? – Regina soltó un bufido irónico – usted no es nada en esta historia, es un punto y coma, esa clase de cosas que pocas veces se interpretan como se debe y solo pasan desapercibidas – se acercaba, peligrosamente, a Emma mientras espetaba palabra tras palabra, muchas de las cuales la otra mujer bebía casi de su boca. La morena quería demostrar quién mandaba, pero no era consciente del peligro que conllevaba esa actitud, estaba pasando una línea que ni sabía que existía – lo último que quisiera sería algo personal con alguien tan insufrible como usted, ¿me entiende, Señorita Swan?

-Ya no más – murmuró, de repente, la rubia y hasta que la morena pudo ni siquiera asimilarlo, su espalda estaba contra la pared de su despacho en un singular agarre de Emma que, sin ser agresivo, era intenso.

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