8. verdades

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La brisa húmeda daba en mi rostro al salir del hotel, al hacer varias compras no dejaba de recordar la "charla" con Stanford la noche anterior, ¿Era necesario hacerlo? Digo, alguien nota cuando tiene cambios hormonales y todas esas cosas.
Llegue a la habitación y Stanford dormía plácidamente mientras Stan se encontraba en la habitación de lado donde había una puerta directo aquí. —Buenos días —dijo al abrir los ojos con una media sonrisa, me acerque incandome sobre mis talones frente a él acariciando su cabello despeinado.

—Buenos días ¿Quieres desayunar? —pregunte haciendo roles con su cabello.

Negó mientras se levantaba colocándose una camisa. —No, ahora no... ¿Saliste?

—A comprar unas cosas —dije llevando una mano detrás de mí cabeza algo nerviosa.

Se acercó rodeando mi cintura con una sonrisa. —¿Compraste lo que te pedí?

—S-Si pero aún es ridículo que vaya a hacerlo...

—Te espero aquí afuera —acaricio mi mejilla con cariño para besar mi frente. Miré de nuevo la bolsa negra de la farmacia que descansaba sobre la mesa de centro la cual llamaba mucho mi atención. —No te mordera —dijo causándo algo de gracia.

Tome la bolsa y antes de entrar le miré con una mueca algo pensativa. —No es eso sí no que.. no se si quiera saberlo. Después de todo y aún que parezca imbécil sigo dudando que sea buena idea.

—Linda...

—Olvidalo —fingi una sonrisa entrando al baño y cerrando detrás de mí, mis nervios recorrían todo mi cuerpo como si se tratarán de toques magnéticos.

( ... )

Sostenía la prueba en mis manos que temblaban, no de frío si no de nervios que eran causados por ese maldito aparato. Suspiré y lo dejé en el lavamanos dando vueltas por el baño pasando una mano nerviosa por mi cabello, yo ya no estaba en edad para cuidar bebes. Era simplemente demente de alguna manera.
Un sonido de que la prueba estaba lista me alertó acercándome de inmedito mirando la respuesta, de alguna manera me sentía mal y aliviada pero.. ¿Era malo? Digo, el... El lo tenía planeado de todas maneras pero yo seguía sin saber que hacer.

Salí algo mareada, no sabía el por qué de eso tan repentino y encuentro cerré la puerta del baño detrás mío se acercó quedando a un par de pasos de mi con ancias. —Negativo —dije mostrándose la.

Su rostro de confusión me había sentir mal de alguna manera. —Juraria que era positivo. .

—¿Qué? ¿Acaso tu planteaste todo?

—Si, si no fallan mis cuentas tendrías tres semanas.

Deje soltar un suspiro algo indignada. —¿Así por qué así?

ᴄᴜᴍᴘʟɪʀᴇ ᴍɪ ᴘʀᴏᴍᴇsᴀ [ғᴏʀᴅ x ____]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora