Principio

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* <-- Poner música (Se aplicará para cada capítulo)

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No confíes en extraños

En especial a hombres o mujeres más grandes que tú

Normalmente tienen malas intenciones

Y especialmente e importante aléjate

De quienes tienen una apariencia rara

Parecen ser amigables y lo serán

Pero te recuerdo, hijo

Un lobo en traje de oveja es más que una advertencia

El toque de una suave mano fue lo último que sintió, antes de despertar en su cruda cama con partes hundidas y un poco sucia. La luz del sol le pagaba en toda la cara, impidiéndole regresar al plácido sueño que tenía. Era su único escape a la cruda y desgraciada vida real que le toca vivir.

Colocó un brazo sobre sus ojos, evitando que fueran quemados por el sol.

- Te odio, mamá. - Susurró a sí mismo. - Me dejaste con el cobarde de mi padre. -

Se movió de su cama sin ánimos. Su cuarto seguía igual de oscuro, dónde la única fuente de luz era la luz del sol que dejaba esparcirse por una gran parte de su habitación. Abrió un poco la ventana, dejando que el día fresco y helado de finales de noviembre entrar. Se puso de pie y caminó hacia el baño. Lavó su rostro, lo secó y se miró al espejo lentamente, presenciando los hoyos debajo de sus ojos, su cabello hecho un desastre, su piel poco bronceada, pero sin ser pálida. Odiaba su rostro, lo odiaba. No es por tener de baja autoestima, siempre la tuvo alta, pero lo que odiaba de sí mismo era que tenía unas cuantas facciones de su muerta madre. Lo detestaba.

Tiró la sobre el lavamanos y regresó a su cuarto, sólo para encontrarse con su hermano David con una expresión medio dormida.

- Buenos días, idiota. - Una pequeña risa salió de su débil boca.

- Buenos días a ti también, Jeff. - Contestó David, agitando su cabellera.

- ¿Y Liu? - Le extrañó no ver a su hermano junto a David, quién normalmente pelea para utilizar la bañera.

- Amanda. - Contestó David, pasando al lado de él.

"Esa perra." Fue lo único que pensó el hombre de 17 años. Él odiaba a esa mujer, lo odiaba con todo su ser. Desde que su padre empezó a traerla a su hogar su actitud hacia ellos era detestable, se notaba que no tenía intenciones de ser la nueva madrastra, ni siquiera se molestan en llamarla "Madrastra", la llamaban por su nombre Amanda. Cuando por fin Jeffrey cumplió los diez años, ella empezó a tratarlos como esclavos. Siempre elegía aleatoriamente a uno de los 3 a despertar más temprano que todos para ponerlos a hacer labores del hogar que ella debía hacer como madre. Nuevamente, ella no tenía intenciones de ser madre.

Eran esclavos de verdad, su padre dejó de defenderlos a las 2 semanas de que ella tuviera un espacio en la casa y si se les escapaba el más mínimo detalle, los golpes y los gritos se harían presentes a cada uno de los tres hermanos. No les importaba, ya que, si fuera por alguno de ellos, darían su vida por sus hermanos. Ya ni recuerdan cuántas veces fueron quemados, golpeados y apuñalados por su propio padre. Ese hombre ya no era su padre, sólo era Jacob.

Amanda y su padre tuvieron un hijo, se llama Charlie y nació unos días después de que Amanda terminara con la familia Sorrow. Ella no quería cuidarlo y alimentarlo, ni darle la atención que necesita. David tuvo que dejar la universidad para cuidar a Charlie, mientras Liu y Jeff iban a la preparatoria. Era desastroso. Su hogar era desastroso. Todo por culpa de ella.

Wolf in Sheep's Clothing|Creepypasta AU|Laughing Jack x Jeff the KillerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora