30 Días ©

Capitulo 13

El 2 de Enero vuelvo al trabajo y todo parece no haber cambiado mucho durante mi ausencia en la oficina. 

Patrick una vez más me ha dado la bienvenida al trabajo y dice que me han echado de menos por allí, cosa que es cierta. Yo también los he echado de menos a ellos.

La reunión de primera hora ha sido un auténtico muermo y necesito tomar un café si no quiero dormirme durante la mañana y parte de la tarde. 

Cuando estoy en la sala de café aparece Tony.

– ¡Uh pero si está aquí la nueva sensación!–dice con voz chillona. 

– ¿Qué dices?

– Spencer no te hagas la tonta. Por cierto me encanta ese outfit que llevas.

– ¿Tony de que me estás hablando?

– ¿WHAT? –saca su IPhone y empieza a buscar algo casi a la velocidad de la luz. Mientras el empieza a leer la revista Cosmopolitan, yo bebo un sorbo de café que dura muy poco en mi boca. - La nueva acompañante de Daniel Cavill es sin duda una de las mas jóvenes que se la han conocido en los últimos tiempos. Y se nota a la lengua que sus miradas destilan algo más que pasión. ¿Será esta joven periodista el nuevo amor de Daniel Cavill?

– ¿De dónde sacaste esto?–digo arrancándole el teléfono de las manos.

– Eres la comidilla de la oficina guapa. –dice colocándose bien el chaleco de punto. Por si aún no había quedado claro Tony tenía más pluma que los gansos y evidentemente estaba loco por Daniel.

– ¡SERÁS PUTA!  ¿CUANDO IBAS A DECIRME ESTO?–grita Grace desde la puerta.

– Yo... esto... –justo en ese momento suena mi teléfono y les mando callar a ambos. Es Daniel. - ¿Diga?

– Espero que no estés asustada.

– ¿Debería estarlo?

– No lo sé eres la primera que dicen que radie algo más que pasión conmigo en la mirada.

– Ja ja ja muy gracioso. Creo que se refieren a las otras putas que colgaban de tu brazo estos últimos meses.

– Distracciones.

– Putas. –suelto sin prestar atención a que media oficina me está mirando. –Dime que esto pasará pronto.

– No tienes una mala crítica. Eso es bueno, las reporteras del Cosmopolitan no tienen mucha estima a mis antiguas acompañantes.

– Yo tampoco se la tengo.

– Tú eres diferente. 

– ¿Ah si? ¿y eso porqué?

– Porque eres la única que pasa más de una noche en mi cama y en mi casa.

– Aún no me has llevado a tu casa.

– Esa es la otra parte de la llamada. Quiero que cenemos juntos esta noche.

– Tengo tra...

– No quiero excusas. Edward te pasará a buscar a la salida del trabajo.

– Pero...

– Te quiero Spencer. –y sin decir una palabra más me cuelga el teléfono.

Vuelvo de nuevo hacia la sala de café y allí están disimulando que no han oído mi conversación. Cosa que hacen de pena.

– ¿Y bien?

– Quiero ver ese artículo completo.