Sirena enamorada (Natsu x Kagura)

Capítulo 10: Celos

Tras aparecer Ichiya en el gremio, todos se apresuraron a preparar y recoger sus cosas, tenían que ir a la capital para detener a la organización que quería llevar a cabo el horrible plan de convertir a todos los niños en monstruos con tal de lograr grandes riquezas.

El viaje hasta allí tardaba más de lo que imaginaban dado que por problemas técnicos el tren iba bastante mal cosa que provoco que los dragon slayers incluida Wendy no pudieran estar en condiciones de tener una conversación. Kagura tumbada en el regazo de Erza porque era su One-chan observaba como Lucy acariciaba la cabeza de Natsu que estaba como ido tratando de no pensar que estaba dentro de aquel trasto infernal.

  — Espero que podamos detener a esos malditos a tiempo, no quiero que ningún niño sufra ese horrible destino— decía preocupado Gray mirando por la ventana.

— Juvia piensa como Gray-sama— comento seria antes de abrazar con fuerza al joven.

— Por lo que nos han comentado ya han puesto vigilancias y están realizando una investigación, si alguien intenta hacer un movimiento debería ser descubierto— añadió Erza.

— Si, lo lograremos, somos Fairy Tail— Lucy esbozaba una sonrisa cuando Natsu se dio la vuelta y por accidente toco un pecho a la maga que le retiro la mano, le iba a golpear pero en ese estado sabía que el dragon slayer nunca haría algo así.

Todo aquello provoco algo de incomodidad a Kagura que no entendía que le pasaba, le molestaba un poco ver a ambos tan amigables.

— ¿Ocurre algo Kagura?, te noto algo tensa— pregunto la pelirroja preocupada.

— No, no es nada...es solo que me preocupan lo que pueda ocurrir— mintió ella desviando la mirada.

Y por fin llegaron, tomaron sus cosas y se fueron a un hotel pagado por el rey quien les quería devolver el favor que hicieron hace tiempo, ademas el alojamiento estaba situado en el centro de la ciudad por lo que cada lugar donde se podría llevar a cabo estaba a unos pocos metros facilitando el desplazamiento por parte de los magos.

  — Uahhh que cómoda es esta cama— dijo Natsu tirándose encima de ella.

— Supongo que aún tienes dolores por el viaje— decía Lucy riendo.

— Juvia quería estar a solas con Gray-sama— gritaba y lloraba a la vez la maga de agua.

La habitación era enorme y allí iban a dormir todos, tenían dos baños, tres sofás y el espacio suficiente para no estar apretujados. También algo de comer y de beber en una mesa, juegos para pasar el rato e incluso un jacuzzi.

— De verdad el rey no ha reparado en gastos— comento Gray mirando todo el lugar en calzoncillos.

— Gray haz el favor de ponerte tu ropa— el chico alarmado se miraba pensando cuando fue que se la quito.

Por desgracia ya era de noche para salir a investigar y tampoco en todo el tiempo que llevaban allí habían recibido ninguna notificación de algo sospechoso. Estaban jugando a las cartas dado que se negaron a jugar al juego del maestro que tanta ilusión le hacia a Erza.

— Supongo que he vuelto a ganar— decía Lucy feliz.

— La revancha— Natsu dio un pequeño golpe en la mesa mientras deseaba volver a jugar.

— Este juego es muy divertido— Kagura se sentía una más del grupo y había congeniado muy bien con todos pero sobretodo con Erza y Natsu.

— He estado tan cerca— Gray bebía mientras pensaba en que tenía que haber hecho otra jugada.

Juvia lloraba viendo que había quedado ultima, fue entonces cuando Erza dijo que era hora de irse a dormir para estar descansados, todos asintieron dado que era ella quien lo mandaba y ademas habían jugado mucho tiempo.

Kagura se quedo mirando a Natsu, había algo extraño en él, algo le provocaba un pequeño hormigueo en su cuerpo cada vez que le miraba, cuando le veía con Lucy ese pequeño sentimiento se volvía un poco doloroso y le enfadaba, ¿acaso estaba enamorada?, negaba con la cabeza mientras se sonrojaba un poco recordando aquella situación en la enfermería.

— Creo que le estoy dando muchas vueltas al asunto— pensaba ella mientras trataba de centrarse en dormir.

A la mañana siguiente todos se despertaron, unos más que otros y no fue hasta que Erza dio un grito para espabilar al grupo que no se levantaron.

— Bien, toca atrapar a esos malhechores— la maga más fuerte de Fairy Tail alzo el brazo haciendo que todos se unieran a su grito matutino.

Continuara.

En el próximo, Capítulo 11: La guarida.