Mirada a lo imposible

Arrepentimiento

Rápidos. Era como definía los días Ray, transcurrían a una velocidad inimaginable. Darse el lujo de perder una hora, es perder mucho en la actualidad. Como todo ser humano, Ray comenzó a valorar mas a las personas cercanas a él, la muerte siempre es un recuerdo que nos impulsa a mejorar lo que no hemos hecho bien, perdonar aquellas personas con quien estamos en contienda, nos recuerda que solo tenemos una sola vida y dependerá de nosotros y de nadie mas que nosotros, como queremos vivirla. Erróneamente, queremos actuar luego de que la muerte se hace presente en algún familiar o persona cercana, y es entonces donde se lamentan por no haber hecho o dicho cosas que pudieron haber expresado. Comenzamos a decir, si tuviera la oportunidad de verte de nuevo, solo una vez más, te diría todo lo que me guarde y por mi orgullo no te dije. "Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde" frase repetida, pensaba Ray, pero que tiene tanto significado que no valoramos.

Ray sentía la necesidad de pedirle perdón a Dios por su comportamiento, su madre le había inculcado muchas cosas de la biblia y el deber como cristianos. Aun así, se decía que Dios no puede morir, por lo cual, podía pedirle perdón en cualquier momento sin necesidad de perder la oportunidad a causa de la muerte. No se sentía preparado aun para hablar con alguien que nunca había visto, pero batallaba con todo lo que sabia acerca de la biblia y de muchas anécdotas que lo habían llevado a creer en él.

Ese inexplicable cosquilleo que sentía, venia y se iba de momento, como olas que llegan a la orilla, pero luego se van nuevamente para intentar venir con mas fuerzas. El amor puede ser el arma mas letal para destruir la maldad en el mundo, pero también puede convertirse en el arma mas letal para destruir a un ser humano, todo va a depender para que la queremos utilizar, ya que esta, no es un sentimiento es una decisión. Mientras Ray miraba por la ventanilla del bus, con sus audífonos y una melodía de Ludovico Einaudi--Nuvole Bianche; pensaba en la inconsistencia de las personas a la hora de comprometerse con algo o alguien. Anne tenía razón en una cosa, las personas de hoy en día no valoraban nada, pero se equivocaba diciendo que eran solo los hombres, cuando en realidad las mujeres también englobaban el aspecto de no ser totalmente sinceras.

Una voz dentro del autobús indicaba la parada donde Ray debía quedarse. Anne lo estaba esperando allí, ya que vivía cerca de la parada.

Al llegar a la casa de Anne, Ray volvió a sentir ese cosquilleo. Algo inexplicable, no sabia si era por estar con Anne o era otro tipo de sensación. Intento no darle mucha importancia y entro a la casa, se sentía un poco húmeda, pero se veía muy bien, no tenia demasiadas cosas, un mueble, la mesa, cuadros de paisajes cerca de las escaleras que llevan al primer piso, la cocina empotrada y limpia, como toda mujer la deja siempre.

--¿Tus padres están trabajando? —pregunto Ray—Anne no le comentaba a nadie sobre sus padres, pero como iba a ser la ultima vez que lo vería, decidió decírselo, aunque, a decir verdad, también le tenia confianza y no sabía por qué. Tal vez por su inocencia, su buen carácter, buena persona, no lo sabia muy bien.

--Ellos murieron—Ray se le queda mirando y le pide disculpas y le dice que lo siente. Ella le dice que todo esta bien que no se preocupe.

--Perdona que pregunte esto, pero ¿con quién vives entonces?

--Con mi hermana, he tenido que cuidar de ella desde entonces. En estos momentos esta en danza, le encanta bailar y lo hace muy bien, mejor de lo que yo lo haría—dice Anne, como una madre que esta orgullosa de su hija.

En ese momento Ray toca un botón de una radio y una música lenta comienza a sonar. El la mira, intenta sacar valor dentro de sí, jamás pensó hacer lo que haría.

--Bailemos entonces—ella se queda pasmada, nada de esto estaba en sus planes, no recordaba haber dejado a Mariah Carey - I Want To Know What Love Is dentro del reproductor.