Todo Gran Esfuerzo Tiene Su Recompensa (II)

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Muchas veces quería regresar a Daejeon, aunque fuera por unas horas, pero no podía, el programa de capacitación en Seúl se extendió más de lo debido por algunos incidentes y mala programación al parecer, haciendo que volviera a casa hasta mediados de enero.

La tarde que llegué a casa fue exhausta, en cuanto entré dejé todo mi equipaje abandonado en el recibidor y me fui a duchar antes de tomar una siesta en el sofá, acompañado por mi preciosa Byulbit a quien extrañaba tanto por igual y no dejaba de fregarse cariñosa en mi estómago en búsqueda de mi atención y cariños. La siesta de cualquier modo duró poco, quería prepararle una sorpresa a Hongbin por torturarlo al estar incomunicado con él durante todo un día, porque no quería emocionarlo con "llegaré a casa hoy", temiendo que me dijeran que debía durar en Seúl un mes más.

-Vamos a preparar la cena.

Besé la cabeza de mi niña antes de levantarme del sofá. De un momento a otro, me sentí como una madre de familia y ama de casa, preparaba la cena, lavaba mi ropa sucia y en ratos me ponía a jugar y platicar con Byulbit; me seguía sintiendo agotado pero conforme se acercaba la hora de que Hongbin volviera a casa, me comenzaba a sentir más emocionado y por alguna razón, más nervioso también. Tenía la cena lista, traté de lucir guapo y presentable para él aunque la verdad solo traía un pantalón de mezclilla y una sudadera de lo más simple y quedándome pensativo en el comedor, mientras veía a Byulbit dormitando tranquila. Mi atención, sin más y de un momento a otro, se fue directo a la puerta cuando se abrió y lo vi por fin... Me acerqué a él, Hongbin me veía como si estuviera viendo a un fantasma, probablemente porque no se esperaba encontrarme ahí al llegar del trabajo y cuando razonó en cerrar la puerta con llave, dejó sus pertenencias del trabajo aparte, sin apartar su mirada de mí y sin decir nada todavía.

-... Hola~... Bienvenido a casa.

-Hyukkie.

Nos abrazamos con fuerza, sus brazos me rodearon el cuello con rapidez y lo tomé por la cintura, se aferraba tanto a mí y me preocupaba que lo hiciera en silencio, aunque entendía por qué estaba tan callado, quería creer por qué sucedía... Por haber estado ausente más tiempo del que ambos creímos que lo estaría.

-... ¿Binnie?

-Te extrañé. –Me interrumpió incluso el pensamiento, y cuando se atrevió a alzar su mirada, me calmaba ver que no había lágrimas en sus ojos, sino una expresión comprensible. –Te extrañé como no tienes una idea, Sanghyuk.

-Lamento decirte que creo tener la idea, porque también lo hice.

Sonreí de medio lado, brevemente, mientras lo veía a los ojos, los cuales me escaneaban el rostro sin piedad alguna, con esa manera tan característica de él, preguntándome en silencio "¿en verdad eres tú?", "¿en verdad estás aquí?" así que le respondí aquellas dudas besando sus labios. En un inicio, su boca fue tan lenta, dulce y cariñosa, y a pesar de demostrarnos a besos cuánto nos habíamos extrañado, no nos besamos con desesperación y hambre, verdaderamente, saborear atento sus labios era de lo mejor que podía hacer y así lo hicimos, con lentitud, pero cada vez todo se iba tornando un poco más húmedo de lo que pensé... Aunque tampoco era como que me molestara.

-Te extrañé.

Me volvió a murmurar contra los labios, empleando esa voz grave, pero suave y dulzona que solo yo conocía, con sus brazos aferrándose por sobre mis hombros, su diestra en mi cabello y su izquierda en mi mentón. Claramente yo no era nadie para oponerme a lo que estaba sucediendo, y solo cedía a sus actos, a su lengua la cual me derretía todo pensamiento, y a sus pies, los cuales me guiaban hacia la habitación con torpeza entre pasos cortos y algunas pausas contra las paredes en las que él mismo se acorralaba para mí.

OUTSIDE [In-Out 3ra temporada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora