«Un punto en la azotea» -YoonSeokV-

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YoonGi estaba escuchando música en bajo volumen mientras miraba el cielo y sentía el viento mover su cabello, encerrado totalmente en su mundo, aquel que lo llevaba lejos cuando quería escapar de su realidad... Hasta que unos pasos cercanos hicieron que rápidamente se levantara y estuviera alerta de cualquier conserje, profesor o alumno. Si bien, YoonGi sabía que no se realizaba limpieza en horario de clases, lugar en el que debería estar, aún así no podía arriesgarse a que alguien más lo encontrara fácilmente allí o todo se iría a la mierda.

- Tranquilo idiota, soy yo - El chico de cabello grisáceo llegó al lugar y se sentó frente a YoonGi, quien ya más relajado, lo ignoró y siguió escuchando su música.
Recuerda bien como fue la primera vez que se encontró con Taehyung hace tiempo. Este encontró el lugar de casualidad y amenazó al castaño con golpearlo si tenía quejas con respecto a que él se quedara allí cuando quisiera escapar de clases.

YoonGi realmente prefería la soledad del lugar, pero también prefería tener a un molesto chico allí antes que aparecer con un ojo morado en casa y por otra parte, correr el riesgo de ser encontrado allí por alguien debido al escándalo, no era una idea muy llamativa, eso le traería varios problemas con el director y su familia.
No le quedó salida más que aceptar a TaeHyung allí.

El mayor mantenía sus ojos cerrados, disfrutando su música y olvidando al otro chico que estaba en el lugar. Pero al acabar su canción, pudo escuchar aún con los audífonos puestos un leve sonido. Cuando abrió los ojos, pudo ver a TaeHyung acostado con un libro abierto encima, que no permitían que el sol le diera directamente en el rostro, se encontraba cantando en tono bajo.
El castaño quedó fascinado con el canto del menor, su voz grave y profunda no eran ningún impedimento para un hermoso y armonioso canto.
No se lo esperaba.

El menor paró su canto repentinamente y se quitó el libro de la cara. Se posicionó más que rápido junto a YoonGi y segundos después apareció HoSeok con la mirada perdida en el lugar.

- Ah, eras tú - Decía en tono ya despreocupado el de cabello grisáceo.

- Hola - Dijo simplemente el pelirrojo y se sentó frente a los otros chicos.

No era el mejor lugar, cuatro paredes,  pequeño y algo sucio, pero muy tranquilo y con una perfecta vista al cielo. Era poco probable que alguien los encontrara allí en horario de clases, justo cuando los tres solamemte deseaban escapar. Nadie iba a la azotea en esas horas, sólo ellos.
Para los tres chicos, era perfecto.

Poco después de que TaeHyung comenzara a ir a aquel lugar junto a YoonGi, HoSeok andaba vagando por el lugar y los encontró. Les dijo que los delataría con algún profesor si no le permitían quedarse allí, y no les quedó de otra que aceptar.

- ¿Alguna idea para un suicidio perfecto hoy, HoSeok? - Dijo el menor de los tres.

El pelirrojo solamente miró al chico y se encogió de hombros desviando su vista al cielo algo nublado.

- Cuando se te ocurra algo, dime. Puede que tengas compañía, ¿quién sabe? - Decía nuevamente el menor,  acostándose y apoyando su cabeza sobre las piernas del castaño a su lado - ¿No te molesta cierto? Y si lo hago, lo siento por ti pero no pienso moverme, jódete.
El mayor suspiró.

- Oye - La mirada del chico que tenía sobre sus piernas fue directo a él - canta.

- ¿Por qué lo haría? - Respondió desinteresado.

- Quiero escucharte.

- Ponte tus audífonos como siempre, quiero dormir.

- Por favor...

La vista del menor viajó de su mayor al cielo, suspiró y al cerrar sus ojos comenzó a cantar.
Nadie decía nada, simplemente escuchaban atentamente la sorprendente voz de TaeHyung.

Luego de unos cuantos segundos, su canto acabó y al abrir los ojos, solamemte pudo ver dos rostros con miradas sorprendidas sobre él.

- ¿Feliz? - abrió el libro anterior y cubrió su rostro con el mismo, mientras un sonrojo apenas visible se apoderaba de sus mejillas. No estaba acostumbrado a esa clase de atención.

- Cantas realmente...bien - Dijo sorprendido el pelirrojo y por primera vez desde que el castaño lo conoció, vió una pequeña sonrisa en el rostro de HoSeok.

- Cierra la maldita boca.

Una pequeña conversación sin mucho sentido, unos minutos compartidos entre los tres chicos, simplemente eso, sería el comienzo de una relación... El comienzo de una historia que tendría lugar en... Un punto en la azotea.