Little Rabbit [pausada]

🐰

Era el cumpleaños de Jaebum, y su compañero de clases le había organizado una pequeña sorpresa; una caja de regalo color azul con moño verde con una hermosa sorpresa dentro

—¿Qué es esto?

—Una caja

—Me refiero a lo de adentro

—Ábrelo y descúbrelo

Jaebum tropezó con un calcetín suyo provocando que al poner la caja sobre la mesa resonara

—¡Cuidado!

—Tranquilo Jinyoung, no fue un golpe tan fuerte,no me paso nada

—No hablo de ti, sino del regalo

—¿De verdad te ha costado mucho eh?

—Solo abrelo.

Jaebum abrió la caja y se llevo la pequeña sorpresa, no se trataba de joyas, celulares o incluso comida. Más bien era un pequeño conejo blanco que estaba en una de las esquinas asustado por el golpe.

—Oh

—¿Oh? ¿No te gusta?

—No soy bueno con los conejos

—Tranquilo, es muy tranquilo y además —sacó unos papeles de su mochila— ya no estarás solo

—No estoy solo, tengo a Nora conmigo— decía confundido mientras tomaba los papeles

—¿Un híbrido? ¿Me haz regalado un híbrido?

—¿No lo quieres?

—No se cómo se cuidan o qué hacen

—Lo aprenderás, además te ayudara a ser más responsable

—No lo quiero

—¿Desde cuando eres grosero y desprecias los regalos de los demás? No puedes negar un regalo de alguien, ya es tuyo, ya no hay vuelta atrás —lo molesto— Mira la hora, debo irme —abrió la puerta de la casa— más vale que le des amor si no me quieres ver enojado —dijo saliendo de la casa del contrario.

Jaebum regresó al lugar donde había dejado la caja, miro al conejo que había asomado un poco su cabeza para ver a su nuevo dueño, pero al toparse con los ojos de él regreso de inmediato a la esquina.

Jaebum solo lo ignoro y tomó los papeles que le había dado Jinyoung.

—Veamos... nombre: Mark, Edad: 3 meses —vió a una pequeña bola blanca temblando en la esquínate la caja—es un bebé todavía —siguió con su lectura— Híbrido de conejo, como si yo cuidara conejos todos los días —se recargo sobre la mesa, debía saber más de él si pretendía cuidarlo— Nombre del tutor: Im Jaebum, fecha de nacimiento: —interrumpió su lectura cuando se dio cuenta que la mesa se estaba llenando de una sustancia caliente, alzo la vista pero no vio ningún rastro de tazas o vasos que se haya caído, miro a la caja y vio que el pequeño era el dueño del líquido.

—Genial—pensó.

—Hey —le llamó, pero el conejito tembló más y supo que no le haría caso. Lo tomó entre sus manos y lo llevo al baño. Sin decir nada saco una pequeña cubeta de agua, la calentó y saco uno de sus jabones favoritos, una esponja y una toalla. Por el contrario el conejito se había escondido detrás del bote de basura.

—Ven aquí —lo agarró con cuidado y lo metió a la cubeta de agua donde empezó a bañarlo, con el jabón sacando burbujas en su cabeza y cuerpo.

Mark sólo lo observaba atento, aun temblando.

Cuando terminó de bañarlo, agarró una toalla y comenzó a secarlo, detrás de sus orejas, su pancita, sus patitas, su colita. Finalmente lo tomó entre sus brazos cubriéndolo del frío llevándolo hasta la sala, donde lo cubrió con una manta.

En ningún momento hablaron ninguno de los dos.

Jaebum arreglo el sofá para que el pequeño descansará en lo que él limpiaba los orines y terminaba de leer la información.

El pequeño conejito solo veía como su nuevo amo, limpiaba la mesa y leía sus papeles de adopción. No duro mucho para que cayera en un profundo sueño.

Jaebum había terminado de leer los papeles y de recoger el lugar, iba directo a su cama con el propósito de tomar una larga siesta pero se detuvo al ver al pequeño conejo. ¿Estaria bien dejarlo dormir en la sala?

Tomó su celular y llamó a su primer contacto quien le daría una clara solución a su pequeño problema.

—Si ¿quien habla?

—Jaebeom

—Hola, ¿cómo vas con el pequeñin?

—Si, sobre eso. ¿Estara bien si lo dejo dormir en el sofá?

—¡Estas loco! Es un bebé todavía, ¿leiste los papeles? Es menor aún ¡Es un nene! No puede dormir en el sillón de tu fría y oscura sala

—¿Y donde dormirá?

—Contigo, en tu cuarto

—¿En mi que? Oye, esto es demasiado

—Es un bebé Jaebum, no es como si durmieras con un un hombre mayor que tú

—Esta bien, gracias

—Buenas noches

Jaebum tomó al pequeño en brazos otra vez, intentando no despertarlo y poder llevarlo hasta su cuarto, donde lo acomodo entre su cama para que no cayera.

Se cambio a su pijama y se acostó a dormir. Veía esa linda carita inocente y tierna, tal vez no sería tan malo tenerlo unos días.