Capitulo 1.

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Sin bajarme el hombre saltó por encima de unas maderas y entró a lo que creo que era una estación o una gasolinera, no pude verlo ya que estaba de espaldas. Al entrar la oscuridad se apoderaba del lugar, apenas podía verse por la luz que se asomaba por los agujeros entre maderas que tapaban las ventanas, estaba muy desordenado todo.

-¿Estas bien? ¿te mordieron?.-preguntó el hombre desconocido dejándome suavemente sentada en el suelo y arrodillado a mi lado. -Por favor respóndeme, cariño.-soltó preocupado luego de que por varios segundos no respondi. Pestañe varias veces entrando en razón de que ese hombre desconocido acababa de salvar mi vida y sin siquiera pensarlo me lanze hacia él y lo abrace con todas mis fuerzas, él al principio se sorprendió pero luego me correspondió el abrazo posando sus brazos en ni espalda y acariciando mi cabello despacio.

-tranquila, todo está bien, aquí estamos a salvo.-susurro acariciando mi cabello en círculos.

-Gra-gracias.-susurre y una lágrima cayó por mi mejilla.

-No llores, cariño.- dijo mirándome a los ojos y limpiando mi lágrima con su pulgar; le sonreí y el imitó el acto.-¿cuál es tu nombre?

-Me llamo Alice, Alice Crawford.-susurre más tranquila separandome de él.

-Yo soy Marcus, Marcus Parker.-sonrio.

-¿qué está pasando?.-dije triste y su sonrisa desapareció.

-Es... complicado, Alice.

-¿A qué te refieres?

-Es sólo que...-pauso y suspiro pesadamente.- Un virus, la misteriosa cura del cáncer, ha infectado a muchas personas al ser vacunadas con ese líquido.

Dios mío, esto no puede ser verdad, no puede estar pasando. Justo estaba saliendo de mi casa rumbo al hospital a darme esa vacuna.

¿Esto es verdad? «claro que sí, tú misma viste esas cosas acercarse a ti»

Mi vida era lo suficiente horrible como para arruinarla más de lo que estaba, genial.

-Esto no puede ser verdad.-dije poniendo mis manos en mi cara, frustrada.

-Lo siento, cariño.-dijo Marcus pasando su mano por mi mejilla pero yo me aleje, aunque me hubiese salvado y sea la última persona del mundo, debo admitir que lamentablemente soy así y cuando estoy muy dolida trato a las demás personas como no se lo merecen.

-Y-yo... perdón, es sólo que... preferiría haber muerto.-dije susurrando lo último.

-¿qué?.-preguntó confundido.

-Es que mi vida siempre fue un infierno y pensé que no podía empeorar y ahora sólo míranos, mira lo que ha pasado con el mundo.-dije entre sollozos.-Siento haber sido injusta ya que tú salvaste mi vida, sólo creo que... hay veces que, ya sabes, sólo quieres enterarte bajo tierra por siempre.

-Sí, también fui adolescente.-dijo sonriendo y solté una risa tímida.

-¿qué edad tienes?.-pregunté.

-Tengo treinta y ocho años.-dijo.

-Yo sólo diecisiete.-dije haciendo una mueca.

-Extraño tener tu edad.-dijo riendo y con nostalgia en sus ojos.

Iba a responderle pero cuando abrí mi boca para hacerlo un fuerte golpe salió de la puerta de metal por donde entramos.

-Hay que salir de aquí.-dijo Marcus poniéndose de pie rápidamente lanzando su mano para ayudarme a pararme, la cual acepté y me puse de pie.

-Están por la puerta y por las ventanas.-dije asustada viendo por las ventanas miles de "infectados" intentando romper los vidrios.

-Estamos rodeados, busca por dónde salir de aquí.-dijo comenzando a correr por el lugar en busca de alguna puerta tracera o algún ducto de ventilación.

Just Survive.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora