Un hombre de aproximadamente 42 años llamado Christoph Wakner, tenía 3 hijas y una esposa,una familia bastante convencional, el amaba ah su esposa pero ella padecía de cáncer cerebral en una fase muy avanzada, muy poco tiempo antes de que su hija mayor cumpliera los 15 años, su esposa falleció. Christoph sólo quería hacer sonreír ah su hija, si eso aún era posible, ella había entrando en una depresión profunda luego de la muerte de su madre, no salía de su cuarto, y a penas se alimentaba. Christoph creía saber la manera de hacerla sonreír, su fallecida esposa amaba las rosas, así mismo sus hijas lo hacían, llegado el día del cumpleaños número 15 de su hija, Christoph fue a la ciudad en busca de una florería abierta, no encontró muchas, y las pocas que encontró ya no tenían rosas rojas, el simplemente pensó y pensó, pero ninguna idea vino a su cabeza, no podría darle rosas rojas a su hija por su cumpleaños, sentado en su auto ah un lado de la carretera el dijo en voz alta : "daría lo que fuera por un ramo de rosas rojas", al estar sólo nadie lo oyó o eso pensaba él...
Al estar volviendo al pueblo vio un extraño establecimiento, un edificio viejo y un poco sucio, que nunca había visto, tenía un cartel igual de viejo que decía : Florería, el no podía creer su suerte, paro su auto, bajo y entró al lugar, ahí lo atendió un anciano un tanto tenebroso y le dijo con una voz extraña : "Bienvenido Christoph", él muy asustado no entendía como es que el anciano sabía su nombre, prefirió no preguntar, ya que este me causaba pudor, el pregunto si tenía un ramo de 15 rosas rojas, y el anciano respondió que no, sólo tenía 14 rojas y una rosa negra, ah Christoph no le interesó el pequeño detalle así que las compró, al preguntar el precio el anciano le dijo : "puedes llevartelas grátis, pero aún así su valor es muy alto" Christoph las tomo y prefirió irse rápido del lugar, en la noche mientras su hija dormía dejo las rosas sobre su cama y se dirigió a dormir, al otro día vio algo que le causó asco,pudor, y lo dejó en un shock casi permanente sin poder gritar ni llorar; su hija yacía en la cama, con las venas cortadas y la rosa negra en la mano.
Ya pasados 8 meses de la trágica muerte/suicidio de su hija, llegaba el cumpleaños de la segunda hija de Christoph, ella cumplía sus 14 años, al igual que a su hermana ella amaba las rosas rojas, Christoph volvió ah esa florería sólo porque era la que más cerca quedaba, Christoph habló con el anciano que le dijo: "ha venido otra vez, acaso quiere más rosas?", Christoph respondió que si, y que le de 12 rosas rojas, a lo que el anciano respondió : "no tengo 12 rojas, sólo 11 y una negra ", Christoph pensó que esto era una broma de mal gusto por lo de su hija y lo confronto.
Christoph: acaso te parece graciosa la muerte de una niña con toda una vida por delante?!
Anciano: claro que no señor, claro que no...
El anciano procedió a darle las rosas de nuevo, pero está vez le dijo : "cuidado con lo que deseas, una vez se hizo realidad, no lo querrás dos veces"
Christoph volvía a casa en auto, pensando ah que se refería el anciano, él no podía saber lo que dijo sobre el ramo de rosas, estaba en el medio de la nada, y no había nadie más ahí, pero más de una cosa no cuadraba.Christoph llegó a casa y de nuevo dejó las rosas sobre la cama de su hija
Él fue a dormir y al despertar la pesadilla se repetía, vió a su hija con las venas cortadas y la rosa negra en la mano, su cama teñida del rojo de su sangre, el mismo rojo de aquellas rosas.
Ya pasados los 3 meses del suceso llego el cumpleaños de su hija pequeña, ella cumplía 12 años, Christoph ya no quería comprar rosas para su hija, pero lo hizo, tenía que saber el secreto de esa única rosa negra en ese ramo de rosas rojas, el volvió a la tienda, el anciano le dijo : "haz vuelto por más rosas?", Christoph ya no tuvo intenciones de confrontar al anciano, supuso que sólo era un anciano senil y loco, aunque sus malos pensamientos sobre él no paraban de llegar, él le pidió un ramo de 9 rosas rojas, pero esta vez el pidió que pusiera una rosa negra, completando las 10, el anciano se las dió, repitiendo que eran grátis pero su valor era altísimo, al irse el anciano lo despidió con un: "adios, ya no lo veré por aquí ", Christoph un tanto asustado volvió a casa, aunque al ver esas rosas no podía dejar de pensar en sus hijas se decidió a saber que les había pasado a sus hijas, no podría haber pasado eso y en esas circunstancias tan similares, él dejó las rosas en la mesa de noche de su hija y espero armado de valor y un cuchillo de cocina. Llegó la madrugada, Christoph medio dormido alcanzó a ver que una sombra apareció en la habitación de la niña e intentó acercarse a ella, entonces Christoph se lanzó sobre ella, pensando que podría dañarla, él la ataco con su cuchillo sin mucho éxito, hasta que acertó en su mano cortandola, el espectro atacó a Christoph noqueandolo, al día siguiente Christoph despertó en el suelo de la habitación de su hija, se levantó muy asustado y exaltado, pero se repitió de nuevo la situación, el cuerpo de su única hija yacía en la cama con las venas cortadas, pero está vez sin la rosa negra, Christoph solo se largo a llorar como un niño, y no aguantó el dolor de ver esa imagen por 3ra vez, y no haber podido impedirlo, llegado el funeral de su hija el quizo que la entierren junto a sus dos hijas y su esposa, no mucha gente asistió, sólo eran él, algunos amigos de la niña junto con sus padres y nadie más, Christoph se quedó luego que ya no había nadie en el entierro, cuando el se decidió a marcharse llegó el anciano de la florería muy tapado y con un sombrero de sepulturero, él le habló a Christoph y le dijo: "dijiste que darías lo que sea por un ramo de rosas rojas, lo que sea" Christoph vió al anciano y vio que carecía de una mano, el anciano lo miro comenzó a reír y cuando Christoph se abalanzó sobre él ya había desaparecido dejando un ramo de 15 rosas rojas, Christoph vió que las rosas estaban ahí y sólo comenzó a llorar dandose cuenta que dió aquello que prometió: "cualquier cosa por un ramo de rosas rojas", y eso terminó siendo la vida de sus hijas, lo que más amaba por un ramo de rosas, rosas rojas