¡Eunha!

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-⚠ - puede ser explícito

"S-Sa-Sana" no podía ni formular su nombre. Estaba demasiado perdida, demasiado excitada. Sana estaba comprometiendo la salud de Tzuyu, la estaba llevando al borde del delirio.

"¿Sí? Oh, perdona, creí que aquel chico te estaba molestando" se separó de la más alta y le dedicó una de sus 'sinceras' sonrisas.
"Yo... Gracias, Sana" Tzuyu por primera vez sintió algo diferente. Esta vez, al mirarla, sintió algo más que un simple deseo sexual.

"¿y si lo intentara?..."

"Zhou... ¡Zhou!" estaba tan sumida en sus pensamientos que ignoró por completo sus sonidos alrededor.
"lo siento, ¿qué decías?" Sana la miró fingidamente molesta para causarle otra impresión. Pero parece que no funcionó, se le quedó viendo como una idiota embobada por su rostro. Y es que, cuando pretendía verse molesta se veía incluso más tierna de lo que ya era. Mina le había dejado en claro eso en más de una ocasión. También Dahyun.

"No. Mierda. Me prometí jamás pensar en ella y mira lo que sucede"

La expresión ahora era indescifrable.
"Sana, lo siento mucho. Lo que pasó en la bodega, soy una idiota; no quiero que estés enojada conmigo. Porque tú..."
Sana no quería seguir con la conversación.
"no estoy molesta, tranquila" la interrumpió antes de que pudiera seguir.

Estaba demasiado molesta por haber recordado el nombre de aquella persona. Caminaron hacia donde estaban las demás con el volante en la mano.

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Sus lágrimas eran demasiadas. No había parado de llorar desde que llegó de clases. Se escapó en la última hora para evitar verla. Lo último que quería eran explicaciones tontas o excusas baratas.
"¡Eres una mierda, Kim! ¡Una completa mierda!"
Los sollozos e hipidos eran cada vez más constantes y ya no tenía forma de parar. Sus padres estaban en Hong Kong por una semana y la casa pasaba vacía. Escuchó el timbre sonar mientras estaba en un rincón de su habitación tratando de no hacer una estupidez por la adrenalina.

Se levantó y vio a través de la ventana. Estaba lloviendo y solo pudo observar una sombrilla cubriendo a alguien que constantemente tocaba a la puerta esperando respuesta alguna.

"¡Vete a la mierda!" Sana ya no podía controlarse, se sentía peor cada vez. La sombrilla fue removida y dejó ver a Eunha. ¿Qué diablos hacía su amiga del antiguo instituto ahí? Bajó de inmediato las gradas y llegó hasta la puerta donde la recibió.

"no nos vemos desde que teníamos 14 y así me recibes" trató de hacerla reír pero luego vio su estado.
"Dios... Debe de haber estado llorando por horas" pensó.
"lo lamento, ¿quieres pasar?" Eunha asintió y se puso cómoda en la sala mientras esperaba a Sana quien regresó después de unos minutos con una toalla tibia y una taza de té.

"¿qué te pasó? Digo, no quiero sonar entrometida pero-

Si no quieres sonar entrometida no me lo preguntes" Sana estaba siendo cortante y grosera en todo momento. Es verdad que a ella le gustaba mucho Eunha desde que estaban en 8° grado. Pero ahora lo último que quería era estar cerca de personas que le recordaran al amor.

"Mira, si vas a actuar así conmigo mejor me voy" Eunha se levantó dispuesta a irse. Tomó su abrigo y su sombrilla. Pero en cuanto iba a dejar la casa unos brazos la sujetaron fuerte. Sana comenzó a llorar con la cara reposando sobre su espalda.

La habitación estaba de lo más silenciosa. Lo único que se escuchaba eran sus suaves y débiles sollozos.

"Sana... Por favor... Háblame. ¿Qué te pasó? ¿Alguien te hizo algo?" Eunha no entendía su situación, pero sintió pena por la alta.

"N-no... No quiero volver a ena-" Sana no podía controlarse más, lloraba desconsoladamente. Eunha se dio la vuelta para quedar cara a cara con Sana.
"¿no quieres...?" Eunha limpiaba las mejillas llenas de lágrimas de la otra tratando de calmarla con el tacto.

" ¡no quiero volver a enamorarme, carajo!" lloró esta vez reposando su cabeza en el hombro de la contraria y sujetando sus brazos fuertemente mientras la otra no se oponía.

"No lo hagas. Si crees que eso te hará sentir mal, ya no lo hagas. De vez en cuando tienes permitido ser egoísta, Sana" ambas se conocían desde pequeñas. De hecho, ella solía ser su única amiga hasta conocer a Mina.
"¿D-de... De verdad?" Eunha sonrió y asintió en respuesta.

La mente de Sana estuvo nublada por un momento. Creía que lo que estaba a punto de hacer no estaba bien, no lo estaba para nada. Pero... Eunha se lo había dicho, ¿no? ¿Acaso podía desquitarse? ¿podía ser feliz o al menos pretenderlo por un momento?

Eunha no la dejó concluir con sus pensamientos. Un beso de forma imprevista y agresiva se presentó. Sana la quitó de inmediato.
"¡Eun- Eunha! ¿Qué diablos?" la confusión que Sana sentía era mucha. Demasiados malos sentimientos había tenido ese día que ya no encontraba espacio para uno más.

"Por favor, Sana. No me digas que no quieres esto. Sé que te gustaba" Eunha acariciaba sus mejillas. Pensó que ese era un punto débil de las personas en general; en especial en este tipo de situaciones.

"¡No me jodas! ¡Tienes novia! ¿Qué crees que pasará si Sowon se entera? No tienes que hacer esto... Y yo... No quiero ocupar un segundo lugar en el corazón de alguien. Ya no" Sana sin duda era alguien con un buen corazón. Inocente. Lástima que tantas personas se habían aprovechado de él en este punto. Su corazón apenas si estaba bombeando. No faltaba mucho para que se rompiera.

"Oh, por favor. No es como si Sowon se tenga que enterar. Y nadie ha dicho que vas a ser la segunda. No tienes un número. Esto no es amor, ¿entiendes? Es consuelo"

Sana se sentía perdida. Pero, dijo que no era amor, ¿no? Entonces no tendría que sufrir, pensó que en este punto ya no tenía nada que perder. Y así lo hizo, ya fuese por despecho o buscando tacto y consuelo, Sana la besó lentamente.

Lo que unos besos suaves comenzaron, se terminó con un desastre total de ellas teniendo sexo por más de una ocasión en varios lugares de la casa. Por primera vez Sana pensó diferente sobre el amor.

"... Sí. Es sólo sexo" explicaba Eunha.
" Las personas lo hacen todo el tiempo, no importa si están solteras o no. Es como una forma de desestresarse o divertirse. Para mí el sexo no involucra amor. Por eso no es necesario hacerlo con alguien que ames. Solo lo haces para ti. Es parte de ser un poco egoísta a veces" Eunha sonrió hacia Sana, ambas se encontraban cubiertas solo con las sábanas delgadas de su habitación.

Bzzz

"¿Quién es?" preguntó Sana.
"Sowon. Es que hoy es nuestro segundo aniversario y tendremos una cena en casa de sus padres. Me tengo que ir. Me divertí y tú te aliviaste. Así que funciona, ¿no?" sonrió divertida para vestirse y tomar sus cosas para salir.

"Esto no me lastima. Es mucho mejor que esa mentira del amor"

Sana ya no tenía tiempo para esos estúpidos cuentos sobre enamorarse. Si se quería divertir tenía a sus amigas, si quería algo más Eunha estaba a una llamada, a veces chicas que conocía por Tinder la hacían disfrutar también. Su vida había dado un giro de 360° y no sentía la necesidad de amar, no lo creía una necesidad. No más.

Estaba claro. Su corazón se había terminado de romper ese día; y Sana ya no volvería a ser igual.

Our Last Vacations [Satzu] 🔶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora