Capítulo 11

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Eleanor

La noche había caído y no había recibido un mensaje de Louis. Debe ser que no hay porque salir hoy.

Me encontraba en mi cuarto con mi laptop y me sobresalté al escuchar un golpe en la ventana. Miré y no había nadie. De pronto, vi una piedra golpear la ventana y rápidamente agarré un arma que tenia en la mesita de noche. Fui hasta la ventana, la abrí lentamente y me asomé apuntando con el arma. Cuando me fijé quien estaba ahí, suspiré rodando los ojos.

-No irás a dispararme, ¿cierto?-alzó una ceja.

-¿Sabes lo que es tocar la puerta?-me crucé de brazos.

-Tengo que hablar contigo-dijo evadiendo mi pregunta.

Suspiré de nuevo y rodeé los ojos.

-Sube.

Louis sonrió y empezó a trebar por el árbol que llevaba a mi habitación. Me hice a un lado para dejarlo entrar y, cuando entró, cerré la ventana.

-¿Que pasa?

-¿Que te pasa a ti?

-¿A que te refieres?-fruncí el ceño.

-Vienes a mi casa y de un momento a otro intentas seducirme. ¿Cuál es tu plan. Calder?

-¿A esto vienes? Te recuerdo que fuiste tu el primero en sacar el tema. No iba a dejar que salieras con la tuya-lo miré con uan ceja alzada.

-Vamos, ¿por que no admites de una vez que te sigo atrayendo como el primer dia?

-Fácil, porque dejaste de atraerme desde hace mucho.

Me di la vuelta, pero me agarró del brazo y me hizo mirarlo de cerca.

-¿Segura?

Tragué seco. Su cercanía me estaba poniendo nerviosa.

-S-Si.

-Si fuera así, no habrías sido tan descarada conmigo esta mañana-me susurró al oído provocando que se me erizara la piel.

-Solo lo hice para que no siguieras con tu estúpido ego-dijo mirando a otro lado que no sea el.

-Deja de mentirte a ti misma, nena.

Mi corazón se quedó estático al sentir sus labios en mi cuello. Dios, siempre que me hacía eso me volvía loca. Lo peor es que lo sabía. Sus besos en mi cuello siempre habían sido mi punto débil.

-Louis, detente...

-¿Quieres que deje de hacer algo que ambo sabemos que te encanta?-susurró en mi cuello.

No respondí y el siguió con aquellos besos mojados que me volvían loca. De pronto sentí sus manos en mi cintura, y no se porqué puse mis manos en su cuello. Miles de sensaciones se provocaban en mi cuerpo y por alguna razón me gustaban.

Louis empezó a empujarme lentamente y de un momento a otro caímos sobre mi cama. Sus labios aun seguían en mi cuello y heché un largo suspiro.

-Louis...

-Shh...solo disfrutalo.

No sé porque le hice caso y cerré los ojos dejando que siguiera con sus besos que dejé de sentir en mi cuello para sentirlos en mis pechos. Me estaba volviendo loca. Sin saber porqué, le quité la chaqueta que llevaba y se separó de mi para quitarse la camisa dejando a la vista su abdomen trabajado, sus fuertes músculos y sus magníficos y sexys tatuajes. Quitó la fina blusa que llevaba con agilidad y masajeó uno de mis pechos provocando que soltara un jadeo.

-Voy a hacerte mía-dijo con voz ronca.

Y por alguna razón yo también queria eso. No sabia que me estaba pasando.

-Hazme tuya.

Sus labios atacan los míos y, mientras, va desabrochando le cinturón de mi pantalón a lo que me dejé llevar. Sabía que después me iba arrepentir, pero sus besos y su forma de provocarme eran bastante adictivos.

Me desperté con el corazón acelerado y la  respiración bastante agitada. Toqué mi frente y estaba sudando. Mi pecho también. Dios mio, solo había sido un sueño. Miré mi reloj y este marcaba las 22:03pm. Me había quedado dormida.

-¡Ele, baja a cenar!-escuché a Jessie llámandome desde abajo.

-¡Ya voy!

Calmé mi respiración, me lavé la cara y bajé a la cocina con la mejor cara posible.

-Hola-les saludé mientras me sentaba en mi sitio.

-¿Por que tienes los ojos hinchados?-me preguntó Brooks mientras servía jugo.

-Ehm...me he quedado dormida-sonreí y el asintió.

La cena transcurrió con conversaciones entre Jessie, Brooks y Sophia sobre algunas misiones. Yo en cambio estuve en silencio comiendo intentando olvidar aquel loco sueño que tuve.

Lavé mi plato con los cubiertos y me despedí de todos para después ir a mi cuarto. Me di una  ducha rápida y salí del baño envelta en una toalla y con al agua chorreando en mi cabello. Me puse ropa interior, y cuando iba a buscar un pijama, entre toda la ropa encontré una prenda que no era mía. Era una camisa de Louis. Recuerdo que muchas veces cuando se quedaba a dormir aquí, se dejaba ropa suya. A veces no se lo recordaba porque me encantaba tener ropa suya y ponérmela.

Sonreí un poco ante los recuerdos y decidí ponérmela. Me llegaba hasta los muslos. Lo mejor era que aún olía el. Se sentía tan...bien. De seguro debo ser una rídicula poniendome ropa de mi ex, pero jamás supe resistirme a estas comas.

Me tumbé en la cama, apagué la luz y cerré mis ojos dejándome llevar por los sueños.

Louis

Eran mas de media noche y me encaminaba hacia la casa de Eleanor. Se que era tarde y ella estará durmiendo, pero tenia información importante sobre Gibson y debía avisarle ya para empezar con los planes.

Llegué a su casa y, como suponía, todas las luces estaban apagadas. Corrí hasta la ventana de Eleanor y lancé una piedra hacia la ventana para despertarla.

No tuve resultado.

Volví a lanzar otra y nada. Solo me quedaba una opción.

Escalé el árbol que me llevaba hasta su ventana y, cuando llegué frente a esta, observé como dormía tan tranquilamente en su cama. Se veía tan relajada.

Un momento.

Observé la vestimenta que llevaba y me quedé soprendido. Llevaba una camisa mia. Reí ante los recuerdos cuando me dejaba la ropa en su casa, pero jamás supe que se las ponía. Hasta ahora.

Aunque solo pudiera verla acostada, la camisa le estaba quedando mas que bien. Sexy y perfecta. Sin saber porqué, sonreí ante lo que estaba presenciando. Por un momento decidí dejar de lado el asunto por el que había venido. Me la quedé mirando unos segundos mas y bajé hasta abajo para irme de vuelta a casa.

Sinceramente, desde lo de esta mañana, estoy teniendo sentimientos encontrados.

Espías-ElounorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora