¿Y si resulta que eres mi hilo rojo?

Feliz vuelta al sol

Alcance la treintena..
Pero antes de celebrarlo, toca verme en ese espejo donde puedes ver la cicatrices.

Para hacer buena esa frase que dice: "no se crece con los años, sino con los daños"

Y de eso, desgraciadamente o afortunadamente (depende como se mire) sé algo.

Me ha tocado aprender, y mucho...no creer en esa falsa seguridad que da los años en una relación, pedirme perdón y pedir perdón, que una perfecta no es, no.

Hacer algunos remiendos a ese corazón que se destrozó para ir tirando.

Permitir que se creara un mar de lágrimas en mis ojos para que ciertas ilusiones se convirtieran en náufragos.

Volver atrás para buscar partes de esta loca y volverlas a traer.

Tragarme también la rabia a puñados y convertirla en esa fuerza que crees no tener.

Hacerme amiga de esa soledad que aún siendo elegida, en más de una ocasión desgraciada te hace creer.

Incluso reanimar a la esperanza mil veces muerta, y aunque estuviera en cuidados intensivos mantenerla cerca.

Pero sobre todo, creer en mi, en lo que hago, en lo que quiero..

Fijarme objetivos que quién sabe si llegaré a cumplir pero al menos, sirven para ir dando pasos.

Asumir como normal los altibajos, sonreír, bañar un poquito todo en sentido del humor para reírme incluso de mí.

Hasta poner una montura a la desconfianza, y como si fuera un rodeo, tratar de domarla, sin estar exenta claro, de los revolcones y del dolor parecido a que rompieran los huesos.

Atreverme a conocer a desconocidos y a desconocer a conocidos.

Quizás eso último fue lo más duro darse cuenta de quien se queda a tu lado y quien no.

Y aunque esto parezca un acto de auto flagelación, no lo es, es una reafirmación de todo aquello que he aprendido.

¡¡Feliz vuelta al sol!! por fin fuera de ese eclipse que tanto miedo me generó.

(Pufff Minerva, cada día escribes mejor, ¡de aquí a Premio Planeta!)