Capítulo 17.

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Emery.
Melissa me abre la puerta. Nada más abrirla me doy cuenta de la verdad.
-Lo siento Mel.-le digo.
-Gracias.-me abraza fuertemente, dándome esa sensación. La que todos queremos cuando perdemos a alguien que queremos. La de no querer perder a nadie más.
Me deja pasar a mí, a Harry, a Auden y a Mery. Mis padres volvieron a casa para dejarnos solos.
La policía se encontraba dentro de la casa, más concretamente, en la habitación de Mila. De repente salen 4 policías y nos piden un interrogatorio. Una de ellos, una chica alta y morena, me interroga a mí.
-Antes de nada, te acompaño en el sentimiento.
-Gracias.-digo sinceramente y echa un mar de lágrimas.
-¿Cuándo hablaste o la viste por última vez?
-Hablé con ella por última vez hace 3 días, y fue para decirme que su hermana, Melissa, iba a mi casa. Pero enseguida se despidió de mí porque tenía que entrar a las clases en la universidad.
-¿Notaste algo diferente en su voz?
-No, siempre derrochaba alegría y ese día no fue menos.
-Tenemos el conocimiento de la existencia de un audio. ¿Podría mostrarlo?
-Sí.-saco el móvil y reproduzco el audio sobre las últimas palabras de Mila.
-Gracias.-apunta algo en su libreta y se dirige de nuevo a mí.-¿Qué vínculo las unía?
-Es la hermana de mi amiga.-apunta algo en su libreta de nuevo.
-Gracias por su declaración.-se despide y se va.
-¿Ya te han hecho la declaración?-me dice Harry.
-Sí amor.
Me abraza y me da un beso en la frente.
Minutos después sacan el cuerpo de Mila en un bolsa blanca de cremallera como tienen los forenses. Melissa se cae de rodillas mientras con sus manos da puñetazos en el suelo sollozando.
Me agacho a su altura y la abrazo. Veo que se ha hecho sangre en las manos de la fuerza empleada. Harry también se agacha y la abraza. Se le levanta la manga y vemos cortes en sus muñecas. Me separo bruscamente y ella lo nota. Se mira las muñecas y se baja las mangas.
-Lo siento.-musita.
Pero no pude más y lloro como si mi vida dependiera de ello. De repente no siento nada.
Al poco tiempo despierto en un sofá con Harry y Melissa mirándome fijamente. Auden y Mery estaban en el fondo de la sala, abrazándose mientras Auden lloraba en su hombro y Mery lo consolaba.
Me levanto del sofá sin decir ni una palabra a Mel ni a Harry y me acerco a mi hermano, que levanta la vista y me ve.
Lo abrazo enseguida y le susurro:
-Tranquilo Auden, tienes a Mery, me tienes a mi y tienes a papá y mamá.
Se relaja y abraza por la cintura a Mery, dándole un beso en la mejilla.
Al día siguiente, vamos al tanatorio. Ya le han hecho la autopsia a Mila, cosa que no tardó mucho, pues la causa de la muerte fue evidente. Suicidio. La vistieron con su ropa favorita, consistía en un vestido negro con unos Adidas también negros.
Fuimos a la sala 1, donde estaba el cuerpo de Mila, sin vida alguna. Está pálida, pero algo sonriente. Nada más llegar Mel, se derrumbó, y al ver la imagen de su hermana, fue mucho peor. La sentamos en el sofá de la sala. A veces se quería levantar, pero no podía. Hasta que una de las veces, lo consiguió. Se aproxima a la vitrina conmigo cogidas del brazo. Me soltó cuando llegamos hasta su hermana. Y allí se quedó hasta la noche. No quiso comer, ni merendar, no quiere cenar, no quiere tomar nada. Y es comprensible. Empezamos a escuchar jaleo en la sala de al lado. Pero no son llantos. Fueron amenazas e insultos.
Harry y yo fuimos allá y pedimos que se relajaran. Pero seguían insultandose.
-¡Me cago en tus muertos!-dijo uno a una chica que estaba allí.
-¡No te voy a dar nada, entérate! ¡Y respeta a mi hermano gilipollas!-dijo la chica.
-¡Callaos ya!-ha venido Mel. Mierda no, esto la va a poner peor seguro.-Estoy velando a mi hermana en la sala de al lado y tengo que soportar esto.
-Hija, yo te entiendo pero entiendeme a mí. No es fácil velar a mi hermano de 50 años.
-¿Es fácil velar a una hermana de 18 años?-dijo de pronto, sin lágrimas, solo con enfado.
-No, no creo que lo sea.
-No lo es.
-Lo siento hija.
-No es por mí o por mi hermana. Si no ya por tu hermano que está ahí.
Los asistentes agachan la cabeza y Harry, Mel y yo salimos de ahí y entramos otra vez en la sala.
Mel va directa a la vitrina de nuevo y le dice a Mila:
-Mila, te quiero hermana y a pesar de tus errores graves hay gente que e quiere.
El día siguiente es el día más duro. Mel no quiso comer y beber nada, no durmió, no quiso irse a casa. Pero antes de nada, la obligué a desayunar. Bebió y comió un poco pero no todo lo que me gustaría que hubiera comido.
Antes de la misa, los familiares y gente cercana a Mila pudimos entrar a darle un último beso.
En la misa, todos estamos a moco tendido. Al salir, antes del entierro, el padre de Mel firmó la factura correspondiente del tanatorio.
En el cementerio, Mila cargó con el ataúd de su hermana, acompañada de su padre, Harry, Auden, Mery y yo, algo inusual pero no imposible. El encargado del cementerio se encargó de poner el yeso que tapaba el hueco.
Abajo de Mila estaba la hermana pequeña, Stephanie. Una escena dolorosa, sin duda.
Quedé con Mel en pasar un tiempo con ella. Lo está pasando mal. Pero esta no es la peor fase, si no lo que viene después.
Después del entierro, nos fuimos todos, con el corazón en un puño y un mar de lágrimas.
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Aquí capítulo, capitulo que me ha costado mucho escribir😭🤯❤️.
En memoria a todos los fallecidos y la gente querida que por desgracia ya no está 😭❤️.

¿Qué pasó con los hijos de Hessa? #wattys2019 #OmegaAwards2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora